6.11.11

"The Turin Horse" - Béla Tarr. 2011


No voy a andarme con rodeos. Ayer me toco "The Turin Horse", del señor Tarr. Y coincidiendo con algunas opiniones que he recabado antes de verla, sí. Es aburrida. Es pesada. Es increíblemente pesada. Interminable. Es un auténtico coñazo de los de verdad, con todas las letras, de los que no se pueden expresar con palabras y solo experimentar, que incluso se permite el trolleo más sorprendente que he visto en el cine. Una cinta que causaba movimientos incómodos de butacas, bostezos, salidas precipitadas, y risas desesperadas.

Ahora bien, dicho esto, también coincido en lo mismo que otro compañero cinéfilo. Es una película que se puede llegar a disfrutar. Pero es difícil. Francamente, muy difícil.

Inspirada en un famoso suceso entre Nietzche y un caballo, a partir del cual el primero al parecer perdió la cordura, la película nos invita a acompañar al dichoso animal y a sus dueños, un padre que andará por los 60 y su hija, que viven en una granja en el páramo de quintocoñolandia, donde todo el rato sopla un viento rollo huracán Katrina.

La película, al menos para mí, empezaba de manera interesante. Es justo reconocerle a la película la estética claramente diferente que planteaba de lo visto normalmente. Planos larguísimos, y bellísimos a nivel fotográfico. El blanco y negro que usa Tarr a mi personalmente me parece magistral, curiosísimo, y que junto a la historia lenta, silenciosa, que enmarca, provoca que te fijes muchísimo en cada detalle, en cada sombra, y en cada movimiento que altere la vida de esa familia. Consigue que hasta las cosas más nimias parezcan importantes, y te fuerza a pensar en lo que estás viendo, en lo patético y aburrido que resulta la vida, cuando te das cuenta de que estás deseando que pase algo interesante en las vidas de los personajes; las vidas que tu estás observando y tomando parte en ellas.

El problema, el serio problema de esta película es que cuando pasa una hora, estás harto de que no pase nada. Y con que no pase nada no me refiero a un bodrio tipo "Linterna Verde", donde lo que ocurre es aburridísimo y te lo esperas y no te motiva nada. Es que no ocurre, literalmente, NA-DA, los personajes andan todo el día igual, ves lo que haces mil veces, ves que comen patatas mil veces, te das cuenta de que puedes contar las frases que sueltan los protagonistas en la película con los dedos de una mano, que lo hacen todo en silencio, y cuando llevas dos horas estás deseando morirte, que se mueran los personajes, que se muera el caballo, o que llegue un meteorito y aplaste la casa. Y al director. Y a los que le dieron el dinero para escribir esa cosa.

Por eso, lo aviso. La película puede ser interesante, pero tienes que saber a lo que vas. Se la recomiendo solo a los muy cinéfilos, muy curiosos, o que quieran ver algo diferente. Pero a mí, a pesar de lo interesante que pueda ser, me falta el argumento. Que como experimento fílmico está muy bien, pero a mi me falta la historia, coño.

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