14.11.11

"Predators" - Nimród Antal. 2010.

Aunque en principio lo de las críticas se iban a reducir a las películas que me tragara en el Festival de Cine de Sevilla, lo cierto es que después de amargarme teniendo que escribir 3 o 4 críticas algunos días ahora le he cogido el gustillo. Eso no quiere decir que vaya a escribir una crítica para cada nueva que vea, sólo que procuraré que no me desaparezca la manía. Además, joder, de algo tengo que escribir.



Si hay algo que pueda clasificar de guilty pleasure (lo que viene a ser un placer culpable; cosas de ingleses) es llegar a mi casa física y psicológicamente muerto de sueño, encender la tele y engancharme a alguna película que esté empezando, ya sea buena, mala, horrible, vomitiva, curiosa, interesante, o nula en todos los aspectos. No sé que me da a esas horas, pero soy capaz de tragarme cualquier basura que me pongan por delante, y normalmente entera.


La última que me tocó fue eso, "Predators". Que no hay que confundir con "Predator", y es que esta vez hay más de uno. Hasta tres son esta vez los implacables cazadores que se dedican a perseguir a un grupo de humanos, seleccionados en primer momento por sus excepcionales habilidades como asesinos, para ser llevados a un planeta alienígena y ser convertidos en presas.

Bueeeno... no deja detener su gracia la premisa, no lo voy a negar. Cuando se juntan los asesinos seleccionados y ves el desfile de clichés armados con pistolas, metralletas, lanzagranadas, francotiradores y demás cosas para matar, lo primero que piensas es que no tiene mucho sentido, para empezar, y que aunque suene muy bien así a bote pronto, si lo piensas un poco, reitero, no tiene sentido. Me explico:

Vale que los predators quieran probarse a sí mismos porque son así. Ellos buscan presas peligrosas, las cazan, mejoran como cazadores, y buscan presas más peligrosas. Eso los fuerza a buscar precisamene eso; presas que no sean fáciles de atrapar. Y en principio uno buscaría eso mismo, los humanos más despiadados de la Tierra para cazarlos. Pero el problema es que no tiene sentido formar un grupo con esta gente, porque no se han conocido en la vida. Y a fuerza de pensarlo un poco, para formar un grupo especializado en estas cosas, es de cajón que los miembros se conozcan, trabajen entre ellos, confíen en los demás como grupo. El comando de soldados que se enfrentaban al primer predator liderados por el Chuache tenían más peligro, por ejemplo, que todos estos mindundis juntos, porque estaban acostumbrados a trabajar como un todo, eran entrenados para matar como un solo individuo. En definitiva, suponen una presa más difícil de abatir que un montón de asesinos reunidos de repente.

Esto enlaza entonces con el principal fallo de la película. No es emocionante. La situación de la cinta de McTiernan desprendía una sensación más de todo: más misteriosa, más extrema, y con un enemigo más letal. Volviendo a la comparación y empiezo con los spoilers, en la original un grupo de comandos especializados se enfrentaba a un bicho extraterrestre que no moría hasta el final de la puta película, mientras aquí un montón de machomens luchan por sobrevivir contra tres bichejos. Debería parecer más inquietante la segunda opción, pero lo cierto es que se respira mucha más ansiedad el juego de gato y ratón de la primera, antes que en la segunda.

Como ya llevo bastante de entrada voy a meter el turbo. Yo me dormía en la peli; no había emoción, los predators no resultan intimidantes; la selva alienígena no es una selva tan alienígena (ya uno de los mindundis conoce las plantas del planeta extraterrestre al dedillo, por lo que parece); aparece Morfeo haciendo un papel ridículo que es como un Gollum sin dinero para efectos especiales; al personaje de Adrien Brody se le meten los tópicos con un calzador; y el final es un ejemplo clásico de cutrez sin par posible en una película.

Termino ya, que no sé ni lo que he escrito. A ver con que me entretengo ahora.

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