14.12.11

Miércoles. Tarde. Guión.

Ahora mismo no estoy haciendo nada interesante. Explico para una mayor comprensión:

Llego yo a mi clase de guión, hoy, miércoles, de 5:30 a 7:30. De la tarde.

Bueno no, mejor aún. Hagamos un flashback:

(Fijaos como sigo el hilo de mis pensamientos. Podía ocultar mis huellas mientras escribo. Pero claro, que gracia tiene eso? Y hay más; a quien demonios le va a importar?)

Voy yo en mi autobús. Nótese que yo no tengo un autobús; es sólo una construcción para darle vidilla a lo escrito, pero a lo que vamos. Me dirijo a la facultad, para mi sesión más larga de clases en la semana. Nada más y nada menos que 6 horas. Horario de tarde.

Voy leyendo un libro acerca de cómo escribir guiones. No es una maravilla, no os voy a decir como se llama ni quién es el autor. Además tampoco me acuerdo ni de lo uno ni de lo otro. Eso sí, te lo explica de manera rápida y con ejemplos de historias, que a mí eso me gana. La cuestión es que empiezo a leer acerca de la construcción de diálogos, y me empieza a sonar todo. Descubro, para mi asombro, que yo he estudiado eso en clase.

Momento de ‘que culto que soy, joder’.

Volvemos del flashback, y estamos en clase de guión. El profe suelta el resto de la charla de construcción de guiones que le quedaba, mientras yo me río para mis adentros pensando en que yo ya sé todo eso porque lo he leído hora y media antes.

A los 5 minutos de eso ya me aburro. Porque no tengo que copiar apuntes, y me pongo a leer chorradas, que en algo hay que aprovechar el tiempo. A los otros 5 minutos, el profe, a tenor de frases con gancho que hay que intentar escribir en los guiones, saca un libro maravilloso que va precisamente de frases famosas de películas!

Empieza a leer algunas al azar para que adivinemos de dónde salen.

Mola. Tiene su gracia que es idiota, pero que como surge en una clase de universidad te limitas a encogerte de hombros y no pensarlo mucho.

Entonces, qué pasa? Pues que yo vuelvo a mi lectura de chorradas, Y entonces me pongo a pensar en mi blog. Y me digo que que irresponsabilidad por mi parte, que he visto críticas, y blablablá y blablablá...

Y entonces, descubro que el profe sigue con las dichosas frases. Y ha pasado, no sé, media hora? Una hora?

A dónde quiero llegar?

Pues a ningún sitio.

Estoy escribiendo por escribir, por la única y aislada razón de escribir por el puro acto de escribir. Y prefiero decirlo así, sin más. Porque leo entradas que no tienen nada: ni gracia, ni sentido, ni buen gusto, ni nada. Y, a ver, respeto la decisión de cada uno de usar su tiempo libre para hacer lo que le plazca.

Pero me toca la fibra sensible leer algo y darme cuenta de que es escritura automática. Que no hay nada detrás.

Dicho bien, ME JODE.

Supongo que no soporto el hablar por hablar.

Curioso, eh?

30.11.11

'My left foot' - Jim Sheridan. 1989.

Tengo mucho que hacer, y críticas que había escrito ya hace tiempo, así que no hace falta ser Hawking para ver que puedo reciclarlas. 

Ésta la envié para presentarme al jurado del Festival de Sevilla de este año. No me cogieron, así que a lo mejor es muy mala. Pero quién sabe. Y aún mejor; a quién le importa?



My Left Foot es una buena película.

Ópera prima del director irlandés Jim Sheridan, la película es la autobiografía del famoso pintor, poeta y escritor Christy Brown, nacido con parálisis cerebral en el hospital dublinés Rotunda en 1932. La película en sí es un gran flashback al que nos dirigimos de la misma forma que lo hace Mary Carr (Ruth McCabe) al leer la autobiografía del protagonista en presencia de éste.

Qué se puede decir a primera vista: es un acertado trabajo donde interpretación, música, y fotografía, se complementan perfectamente entre ellos. Los actores están sensacionales, no exageran en ningún momento, y hacen creíble cualquier escena, especialmente el trío protagonista: Brenda Fricker como la Bridget Brown, Ray McAnally como Paddy Brown, y por supuesto el gran Daniel Day-Lewis sosteniendo el sólo un personaje que efectivamente merecía un Óscar, al igual que el de su compañera Brenda. La única que es menos creíble es Fiona Shaw en el papel de la Dr. Eileen Cole

Querría comentar también la fotografía. No destaca por ser impresionante, ni tener planos que se te quedarán grabados por su mero impacto estético. Pero son efectivas. Refuerzan la carga dramática de la historia a la par que un montaje adecuado las une para crear tensión desde el inicio de la historia, como en la escena de las escaleras. Es, en definitiva, un uso muy inteligente de los planos y la luz que crea un ambiente cercano y real, perfecto para la historia.

Ahora bien, lo importante de la película, es que no aburre. Y con que no aburre, quiero decir que la historia es acerca de un tipo que apenas puede moverse, y relacionarse, por si mismo. Y entretiene, algo que gran cantidad de películas no hacen hoy día. Lo que podía ser un filme donde el dolor, la soledad de estar atrapado en un cuerpo así, se podía expresar de una manera más evidente, repetitiva, y fácil, aquí esta contado de tal forma que desde el primer momento sentimos, no pena por Christy Brown, si no estar a su lado.

Los problemas a los que Christy se enfrentan a lo largo de su vida nos parecen veraces, y duramente reales, y realmente duele estar al lado de este gran hombre en muchos momentos de su vida. Duele porque todos nosotros sabemos lo difícil que es que a veces la gente nos escuche.

Y por ello nos sentimos cercanos a este gran hombre.

Y a su pie.

28.11.11

'Fantastic Mr. Fox' - Wes Anderson. 2009.



Ms. Fox - 'Why? Why did you lie me?'

Mr. Fox - 'Because I'm a wild animal.'

Antes de todo, no sé si lo he dicho ya, pero soy el tonto de la animación; en especial la que requiere de habilidad manual, y es que me encanta la plasticidad que dota al cine este tipo de técnicas. Les insufla una cierta vida muy distinta a la animación por ordenador, mucho más física y palpable. También en muchas ocasiones, extraña y bizarra. Lo cual también es la leche, porque te da la sensación de estar en mitad de la imaginación de los artistas que han hecho eso. Y la imaginación es lo más misterioso y terrorífico que existe.

Todo eso, junto al hecho de que soy bastante capaz de tragarme (casi) cualquier cosa, hace que este tipo de películas me tiren muchísimo. 'Fantastic Mr. Fox' la tenía muy pendiente desde que la había visto.

Para empezar, está basada en un cuento para niños de Roald Dahl de nombre idéntico. Si a alguien no le suena el nota, su pluma es responsable también de 'James y el melocotón gigante', 'Matilda', las dos de Charlie, y hasta de 'Los gremlins'. Ahora bien, la historia que nos ocupa va sobre Zorro, el pater familias de una familia de zorros de clase media-baja que echa de menos la emoción de su vida anterior como ladrón de aves de corral varias. Decide dar un último gran golpe a los granjeros más mezquinos de la zona, que se verán instados a cazar al astuto animal.

La mejor que tiene la película es, desde luego, la acción constante. Siempre está pasando algo en la cinta, en muchas ocasiones a un ritmo vertiginoso y nada pesado.  Anderson ha adaptado bien la historia para niños, y la trama principal se agiliza con multitud de secuencias donde el humor brilla por lo acertado que resulta frente al absurdo de que lo protagonicen animales salvajes. En este sentido se juega mucho con los arquetipos tanto de animales como de personajes humanos de un entorno clásico americano. Tenemos zorros, tejones, zarigüeyas, conejos y ratas, y al mismo tiempo periodistas, abogados, entrenadores, amas de casa, y adolescentes.

En este blanco y negro, es donde he encontrado lo que más me ha gustado de la cinta. Los personajes son en este sentido, complejos, y se pueden observar claramente sus facetas más oscuras y violentas precisamente en su naturaleza animal. En ocasiones resulta muy chocante este conflicto entre lo racional y lo instintivo, con algunas escenas con las que te puedes reír o asustar, pero no te dejan indiferentes. Las dobladores hacen un trabajo genial, destacando George Clooney sobre un elenco bastante espectacular (Meryl Streep, Bill Murray..).

Y bueno, sobre la fotografía y música, pues que decir: me ha encantado. La banda sonora es sugestiva, muy animada, y la caña, en resumen. La animación me ha resultado de lo más curiosa y extraña, diferente a lo que yo había visto antes. Es profundamente detallista concreto e impresionista en general. Yo tenía la sensación de estar frente a un cuadro en movimiento en muchas ocasiones, sobre todo con los paisajes, y por encima de ello con una escena en particular, que no voy a spoilear porque a) eso no mola y b) no llego a entender del todo, pero c) a mí me ha parecido hasta poética y todo. Y para que yo use una palabra como poético me tiene que gustar bastante.

En fin. Me ha gustado mucho. Ahora voy a ver con qué me entretengo, porque creo que tenía otra crítica pendiente, pero honestamente no me acuerdo. Sí recuerdo que era un poco basura, así que si no me acuerdo finalmente no pasa nada. Iros a leer a otra parte.

21.11.11

"Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio" - Steven Spielberg. 2011.



Nunca he llegado a ser muy fan de Hergé; mi corazón ha sido siempre muy de Ibáñez desde niño. Aún así, y sobre todo con la experiencia que da la edad (chorracomentario gratuito del día), he podido ir dándome cuenta de la importancia que tiene el cómic del belga en cuanto a la narrativa de aventuras; un protagonista que tiene que resolver un misterio envuelto en las brumas del tiempo, enfrentándose tanto a las dificultades que entraña un viaje de esas características como a villanos varios que también andan detrás de lo que ellos suelen entender como un fabuloso tesoro. Todo ello aderezado por un plantel de secundarios que rodean la aventura de gags cómicos, pero articulando la historia en torno a momentos de suspense dramático que consiguen enganchar al lector.

No hay que darle muchas vueltas para ver que ese es el esquema de un cierto tipo de cine de aventuras, con la saga de Indiana Jones como ejemplo claro clarísimo (quitando la última, que como película no está mal, pero que hay que tener los huevos cuadrados para situarla junto a las tres anteriores). Así que, como el marketing también se encargaba de recorda, ir a ver esta "Tintín: el secreto del Unicornio" era algo obligatorio teniendo en cuenta lo que podía salir tras juntar a dos personas como Spielberg y Hergé en el mismo proyecto.

El problema de estas cosas son las expectativas. Y no por el marketing de la película. Si no porque en nuestro interior confiemos en que cuando los grandes talentos se unen tiene que salir algo grandísimo.

"Tintín" se ve bien. No hay que engañarse, es un cine de aventuras basado en una historieta que se publicó hace 70 años. Así que si se respeta la obra, bueno, el lenguaje narrativo es distinto. Me explico: queda un poco raro que Tintín hable todo el rato. Vale que le habla a Milú, o a otros. Pero el hecho de que llegue a sus conclusiones en voz alta todo el tiempo, puede parecer un poco ridículo. Sin embargo, reitero: Tintín era así. Y es cine para todos los públicos. De hecho, a pesar de lo infantil que resulte a veces la cinta, a veces sorprende por ciertos diálogos (contados con los dedos de una mano, eso sí) que son para gente con pelo en los entrebajos.

El apartado visual y sonoro sí, es magnífico (John Williams). Las escenas acostumbran a ser espectaculares, con un diseño que se nota muy cuidado y que tiene la intención de no dar ni un respiro, sobre todo en las escenas de acción. La falta grave que tiene este apartado es por culpa de las moderneces del 3D. Y es que vale, yo me la vi en 2D, que la economía no está para lujos; y se notaba a lo bestia la abundancia de planos rollo "cosas que se acercan a la pantalla a lo bestia". Y el problema no es que lo hagan, si no que se note que son totalmente gratuitos. Que su única intención es sorprender deforma fácil. Y teniendo al señor S. entre bambalinas, pues no vale.

De todas maneras, tiene algunas escenas que destacan. La parte del barco a mi me chifló de mala manera, por lo espectacular que resultaba. Pero también es verdad que yo soy de impresión fácil. Juzgad vosotros mismos, aunque tampoco es que me engañe. No creo que vayáis ninguno a no ser que tengáis críos o os hayáis enamorado de Milú en vuesta infancia. O seáis amantes del cine, por supuesto.

14.11.11

"Predators" - Nimród Antal. 2010.

Aunque en principio lo de las críticas se iban a reducir a las películas que me tragara en el Festival de Cine de Sevilla, lo cierto es que después de amargarme teniendo que escribir 3 o 4 críticas algunos días ahora le he cogido el gustillo. Eso no quiere decir que vaya a escribir una crítica para cada nueva que vea, sólo que procuraré que no me desaparezca la manía. Además, joder, de algo tengo que escribir.



Si hay algo que pueda clasificar de guilty pleasure (lo que viene a ser un placer culpable; cosas de ingleses) es llegar a mi casa física y psicológicamente muerto de sueño, encender la tele y engancharme a alguna película que esté empezando, ya sea buena, mala, horrible, vomitiva, curiosa, interesante, o nula en todos los aspectos. No sé que me da a esas horas, pero soy capaz de tragarme cualquier basura que me pongan por delante, y normalmente entera.


La última que me tocó fue eso, "Predators". Que no hay que confundir con "Predator", y es que esta vez hay más de uno. Hasta tres son esta vez los implacables cazadores que se dedican a perseguir a un grupo de humanos, seleccionados en primer momento por sus excepcionales habilidades como asesinos, para ser llevados a un planeta alienígena y ser convertidos en presas.

Bueeeno... no deja detener su gracia la premisa, no lo voy a negar. Cuando se juntan los asesinos seleccionados y ves el desfile de clichés armados con pistolas, metralletas, lanzagranadas, francotiradores y demás cosas para matar, lo primero que piensas es que no tiene mucho sentido, para empezar, y que aunque suene muy bien así a bote pronto, si lo piensas un poco, reitero, no tiene sentido. Me explico:

Vale que los predators quieran probarse a sí mismos porque son así. Ellos buscan presas peligrosas, las cazan, mejoran como cazadores, y buscan presas más peligrosas. Eso los fuerza a buscar precisamene eso; presas que no sean fáciles de atrapar. Y en principio uno buscaría eso mismo, los humanos más despiadados de la Tierra para cazarlos. Pero el problema es que no tiene sentido formar un grupo con esta gente, porque no se han conocido en la vida. Y a fuerza de pensarlo un poco, para formar un grupo especializado en estas cosas, es de cajón que los miembros se conozcan, trabajen entre ellos, confíen en los demás como grupo. El comando de soldados que se enfrentaban al primer predator liderados por el Chuache tenían más peligro, por ejemplo, que todos estos mindundis juntos, porque estaban acostumbrados a trabajar como un todo, eran entrenados para matar como un solo individuo. En definitiva, suponen una presa más difícil de abatir que un montón de asesinos reunidos de repente.

Esto enlaza entonces con el principal fallo de la película. No es emocionante. La situación de la cinta de McTiernan desprendía una sensación más de todo: más misteriosa, más extrema, y con un enemigo más letal. Volviendo a la comparación y empiezo con los spoilers, en la original un grupo de comandos especializados se enfrentaba a un bicho extraterrestre que no moría hasta el final de la puta película, mientras aquí un montón de machomens luchan por sobrevivir contra tres bichejos. Debería parecer más inquietante la segunda opción, pero lo cierto es que se respira mucha más ansiedad el juego de gato y ratón de la primera, antes que en la segunda.

Como ya llevo bastante de entrada voy a meter el turbo. Yo me dormía en la peli; no había emoción, los predators no resultan intimidantes; la selva alienígena no es una selva tan alienígena (ya uno de los mindundis conoce las plantas del planeta extraterrestre al dedillo, por lo que parece); aparece Morfeo haciendo un papel ridículo que es como un Gollum sin dinero para efectos especiales; al personaje de Adrien Brody se le meten los tópicos con un calzador; y el final es un ejemplo clásico de cutrez sin par posible en una película.

Termino ya, que no sé ni lo que he escrito. A ver con que me entretengo ahora.

11.11.11

"El vuelo del tren" - Paco Torres. 2011.



A ver, explico la historia de porqué me metí a esto.

Yo hablando a la salida de la película anterior, con otros colegas:

Un Servidor - "Bueno, y dónde os metéis ahora?"

Alguien 1 - "En "El vuelo del tren".

Un Servidor - "Bufff, esa es la que han grabado en mi ciudad."

Alguien 2 - "Y tú?"

Un Servidor - "Yo? A nada, a nada, estoy cansao de butacas."

Alguien Más - "Venga va, meteos..."

Un Servidor - "Es que va de una niña con cáncer o algo así..."

Alguien Aparte - "Pero sale Nuestro Colega de extra en una pelea de macarras. Y el director de fotografía es Nuestro Profesor Del Año Pasado."

Un Servidor - "Nuestro Profesor Del Año Pasado? En serio? Bueno, habrá que darle una oportunidad..."

Lo cuál confirma que SIEMPRE debes hacerle caso a tu instinto si no sabes que hacer.

El filme nos cuenta la historia de Blanca, madre soltera (http://www.youtube.com/watch?v=UUeBZ5Mluf4&feature=related) que se derrumba tras la recaída de su hija, que sufre de esclerosis múltiple digo leucemia.

La fotografía no está mal. Tiene planos chulos, y en serio, tengo que reconocer el mérito de hacer que más o menos Dos Hermanas tenga una estética cinematográfica. Porque no la tiene, para empezar. Eso sí, la fotografía también acaba adoleciendo de un problema que lastra toda la película desde su guión.

Y es que es mortalmente ñoña y pastelaza.

Pero no ñoña y pastelaza que no te das cuenta. Si no que a veces te da la sensación de que te van a estallar las venas y salir arcoiris.


La fotografía, por poner un ejemplo: empieza siendo interesante, por los planos y el tratamiento de la temperatura cromática. Sobre todo con el uso del trasfoco, que lo usan mucho con las luces para crear una estética fantasiosa. El problema viene cuando abusan en tantos planos de este tipo de efectos que saturan la imagen de lo acabas pensando que son "luces que parecen lentejuelas en la pantalla".

El guión no tiene mucha gracia, la verdad. La mitad de los personajes sobran, y no sirven para nada. Y con ellos alguna que otra situación que tampoco aporta nada a la historia principal. La protagonista no parece evolucionar mucho, siempre está amargada, y lo que más me revienta es ese final rollo deus ex machina, donde todo se soluciona por pura suerte, sin haber hecho la tía absolutamente nada aparte de llamar al teléfono. En conclusión al salir de la pelicula, y aún durando una escasa hora y media, te da la sensación de que eso debía haber sido un cortometraje.

No la recomiendo, es una historia sosa. Los de DH que quieran ver una peli en su pueblo por curiosidad vale, pero en serio, no digáis que no os avisé.

"Michel Petrucciani" - Michael Radford. 2011.



Mirad que guay, os he preparado un fragmento para que os lo pongáis mientras leéis:



Este es un documental que me ha gustado bastante, fijate.

En una maravillosa hora y media, conocemos la vida de este señor, que nació con osteogenesis imperfecta, una enfermedad que le da a los huesos una fragilidad que asusta. Como consecuencia añadida, la variante más grave de esa enfermedad causa un problema de crecimiento importante. Del tipo del que no creces un carajo. Y bueno, este tío no sería nada más que eso, si no fuera además uno de los pianistas de jazz más increíblemente impresionantes y precoces de toda su historia.

Lo que hay que decir es que el documental se hace muy llevadero, y es que está contado de forma ágil, organizado con una buena estructura que explora la vida del músico basándose en gran parte en anécdotas y testimonios de personas que compartieron parte de su vida con él. Resulta especialmente entretenido porque el tío era un vivalavirgen con muchísima agudeza y una cara más dura que un puto diamante (eso era una comparación de químicos. Por eso de que el diamante es el mineral más duro y.. vaya, eso. Sé que es malo pero no se me ocurría nada más ingenioso).

Y no hay que olvidar el apartado de la banda sonora. La mayoría de imágenes del documental son grabaciones de sus conciertos, y evidentemente, la música de este hombre baña todo el documental. Que es una bendición, porque escuchar a este tío es una maravilla. Sobre todo después de que te revelen en el documental que una de las razones de su fama, era gracias precisamente a su minusvalía. Algo que hasta da para pensar.

No hace falta decir mucho más. Para aficionados a la buena música y a los que les interesan los documentales sobre leyendas de la música. Yo lo disfruté como un enano.

"Alps" - Giorgos Lanthimos. 2011.



No puedo evitar fijarme en que que hoy es 11-11-11. Luego si me aburro busco si hay alguna teoría idiota rollo apocalíptica que sea especialmente chorrada, que esas cosas siempre molan, y si es especialmente chorra la escribo, que para algo tengo el blog.

Bueno, end of the paréntesis.

"Alps" es famosa más que nada porque sale de la cabecica del señor que parió "Canino", que también me he visto, y más o menos me gustó y todo. Y bueno, es griega. Así que era la "película griega del año". Lo cual dice mucho. Y es que es bastante triste lo poco que se puede llegar a conocer de audiovisual en general de un país. Que seamos cuatro gatos los que veamos una peli griega, por poner un ejemplo. Al año, si hay suerte. Y así con muchos más países que producirán sus cosas. Da la sensación de que nos perdemos un montón de mundo.

Pero bueno, la entrada no es para hablar del mercado audiovisual europeo, coño.

La peli nos presenta a una curiosa agencia de servicios, que lo que ofrece es suplantar a gente muerta. Así tenemos una serie de personajes con más o menos protagonismo, destacándose sobre todo Aggeliki Papoulia, a la que seguimos durante más tiempo.

He de decir que la historia me resulta curiosa. Eso de que ciertas personas se dediquen a suplantar a otras muertas como negocio, me parece muy interesante, y da bastante juego en la película, donde abunda el humor negro. La mayoría de estas escenas son muy graciosas por lo patéticas que son, y desde luego son lo mejor de la película.

Ya luego, depende de si te llena o no la temática de la historia. El problema de buscarte un lugar en el mundo que te haga sentirte irremplazable no está mal llevado, y creo que visualmente se entiende todo sin problemas. Las actos de la actriz más protagonista dejan claro que es lo que siente y lo que busca. Y eso, en cine, es bueno.

Lo que no es bueno es tener la sensación de que la estela de "Canino" sigue muy presente en la película. En el sentido de que hay cosas, que la verdad, me parece que sobran. Hay actitudes de algunos personajes que no termino de ver su utilidad en la historia, más allá de presentar algo de mal rollo debido a la violencia de la situación, pero que me parece en general bastante gratuito, y da la sensación de intentar imprimir el estilo que hizo conocida a "Canino".

La cosa: se ve bien. Yo no la vería otra vez, pero hay gente a la que sí le ha gustado. Yo me voy a por una mandarina que me quedan dos críticas más y el estómago me va a iniciar una revolución ya mismo.

"Tsar" - Pavel Lungin. 2009.



Voy con un poco de retraso, lo sé; ésta la vi el miércoles por la noche. En circunstancias normales me importaría un carajo, pero ahora resulta que descubro que hay gente que yo no pensaba que me leía y hasta lo hace y todo. Además gente que más o menos es inteligente barra interesante, lo cual hace que por una parte se te encoja la patata de un sano y secreto orgullo, a pesar de la parte evidentemente negativa de eso: ahora tengo que mantener lo que dije y no escaquearme de escribir. Que a veces, como ahora mismico, es un coñazo, porque lo que quiero yo ahora es leer a Straczynski.

En fin. Ya lo dijo alguien increíblemente agudo e inteligente en algún momento de la historia de la humanidad:

La confianza da asco.

"Tsar" tenía buena pinta, y oye, no está mal terminar la noche con una supreproducción rusa. La cosa va de un señor que más o menos suena a la gente que le gusta la historia: el famoso zar de la vieja Rusia, Iván el Terrible (Tsar es Zar; que cosa más graciosa).

Al parecer este tío era un hijo de puta de los de cuidado, está como una chota, y crea una policía secreta rollo SS pero en versión rusa del siglo decimoquinto. Resultado? Un montón de gente torturada, asesinada, ahorcada, y esas cosas. Un baño de ketchup. Como es tan aficionado a descuartizar gente, se le va la mano y sin querer queriendo se pasa por la piedra también al Metropolitano (que es algo así como el Papa ruso), y llama a un viejo amigo de la infancia, que es un santurrón, para que ocupe su puesto.

Hay que decir que la película tiene momentos espectaculares y muy bien conseguidos. La presentación del zar, por ejemplo, está muy bien y da muchísimo mal rollo, y la recreación de Rusia es espectacular. El ambiente es eso: muy oscuro, amenazante, e impregnado de un toque de la locura de la corte zarista, y en ese sentido la cinta gana muchos puntos.

El duelo de voluntades, también está curioso. La película gira alrededor de dos polos opuestos, la locura y la cordura; zar vs. metropolitano, y eso ya da para una buena historia. La cosa es que resulta más larga de lo que debería, y puede llegar a aburrir un poco en algunos momentos que se desinfla la acción. Y en otros, supuestamente dramáticos, son más bien ridículos. Yo me reí, y muchos también, ne algunos momentos que no deberían ser así.

Y poco más. La fotografía y la producción son eso, francamente espectaculares, al nivel de producciones que cuidan muchísimo ese apartado. Yo mientras la veía me venían a la mente "Los Tudor" y "Juego de Tronos", que son el tipo de productos a los que me refiero de producción cuidada, y en los que se nota que se preocupan muchísimo por recrear el mundo de la historia de una manera realista.

Se la recomiendo a los que tengan cierta curiosidad y la figura del famoso zar les cause cierta fascinación. A mi es que me molan este tipo de culebrones históricos, me lo paso pipa.

9.11.11

"Urga, el territorio del amor" - Nikita Mikhalkov. 1991.



Vale, tengo que decir que más o menos me ha hecho gracia verme la película. He ido acompañado y he podido reírme en compañía y esas cosas que hacemos las personas humanas para socializarnos. Además un par se han dormido, yo he estado a punto... en fin, un cachondeo fílmico. Pero bueno, me he visto la peli.

La cosa va de un pastor mongol que conoce por casualidad a un camionero ruso. Y bueno, eso da lugar a que se expongan las diferencias culturales existentes entre dos mundos radicalmente distintos, pero que se confunden y se parecen en muchos aspectos.

En primer lugar, decir que la película se ve bien. Es curiosísimo comparar más que los personajes, la técnica que los actores usan, en especial los dos protagonistas, Sergei, que es ruso, y Gambo, el mongol. Lo estuve hablando a la salida: es curiosísimo como los actores rusos trabajan, son muy exagerados e histriónicos, y contrastaba muy fácilmente con el rostro casi inmóvil que mantenían los mongoles. Daría para un estudio sociológico y todo.

Era muy interesante, también, ser testigo del estilo de vida mongol. Las escenas donde las dos culturas chocan más profundamente, y es posible observar sus diferencias y semejanzas, a mi me han parecido una delicia. Te da tiempo a pensar sobre ello, ya que obviamente la película tiene un ritmo lentillo, pero si no tienes sueño no te aburres mucho.

Eso sí, me esperaba más. Sobre todo de Mikhalkov. Quizá es que me ha dejado muy buena impresión este maldito ruso, o que me impresionó que tuviera varias nominaciones a premios, y una a los Óscar por mejor peli extranjera. Y es que a pesar de ser bonita (hay planos donde la iluminación es que yo creo que me pone y todo), no me llega a todo lo que me tiene que llegar.

Por cierto, que bueno lo del Urga. Yo quiero uno.

"Le Havre" - Aki Kaurismäki. 2011.



En serio, gracias que tenía esta película al final. Así si vengo al puñetero festival.

La peli va de un tío, escritor retirado voluntariamente al empleo de limpiabotas en la ciudad de Le Havre, en plena costa del norte de Francia. Allí vive tranquilamente entre su mujer, su trabajo, y el bar, cuando de repente, un pequeño inmigrante ilegal que va de camino a Londres llega a su vida. Entonces Marcel tendrá que hacer uso de todo su optimismo natural y su amistades para ayudar al pequeño mientras le persigue una policía totalmente indiferente al drama que vive.

Es cierto que en los festivales de cine suelen aparecer muchas películas que aprovechan para contar historias tristes, desagradables, o coñazo, debido a que tienen pocas posibilidades de exhibición en salas de otra manera. Sin embargo, a veces parece que compiten por ver cuál es más insoportable de ver, y que olvidan que el motivo de organizar algo así es dar la oportunidad de ver algo diferente. Y que con diferente, también puede ser algo sencillo, disfrutable, y hasta con final feliz, pero que te sorprenda, y que dé la sensación de que no habías visto eso antes, o no te importe.

La película funciona perfectamente, y eso se podía notar en la sala. Llena, y desde la primera escena la gente se reía. Y no porque los personajes y los acontecimientos que hacen avanzar la historia sean manifiestamente graciosos, si no porque consiguen trenzar una historia que hace al espectador simpatizar desde el primer momento con los protagonistas y que nos hace aparecer sonrisas de simpatía ante lo que estamos viendo. Y todo eso, a pesar del drama del que se nutre la historia, que suele tratarse alejado de la comedia.

Además tengo que decir que es una de las pocas películas donde la dirección artística me ha encantado. Eso, unido a la selección de actores. En serio, era bonito ver la película. Le daba un toque de ficticio, de cuento; uno pequeño, pero justo el necesario. Y para verlo no hace más que ver al inspector. Que de negro. Que cara más siesa. Un malo clásico, de los de antes.

La recomiendo. Yo la vería otra vez. Ojalá el festi fuese en esta dirección más a menudo.

"Paper Soldiers" - Aleksei German Ml.. 2008.



No me la terminé. Me quedaron 10 minutos vaya, pero tenía que respirar. Y lo cierto es que me importaba un carajo el final, la verdad.

Medio seguimos la vida de Daniel Pokrovsky, un médico del ejército que también está colaborando con la primera patrulla espacial soviética. Y tiene una mujer, que no esta mal, a la que abandona, y empieza un romance con otra, pero también atrae a otra mujer, así que por lo visto tiene que ser un machomen de los buenos. Y mientras, se pregunta porque los astronautas se arriesgan la vida por su país.

Otra película lenta. Pero además aburrida. Mucha reflexión acerca de la nación, del individuo, aderezado con mucho de conversación intrascendente que más o menos sirve para conocer a los personajes pero que es un coñazo.

Ah, y primerísimos planos. Muuuchos. Cerraísimos. Y viéndolo en una pantalla grande, daba sensación de agobio, y en otras, de no saber donde coño estabas. O donde estaban los personajes. Vale que a veces tenga planos bonitos, sí. Y al menos hay una escena que me gustó mucho, que no os voy a decir cual es, pero es casi lo más emocionante de la película y que tiene mucha importancia en la trama.

Pero eso. Bastante aburrida. Yo me fui. Ya haced lo que queráis.

"Suicide Room" - Jan Komasa. 2011. (Por dios, si es que solo hay que mirar el cartel...)



Como de costumbre, no sabía a lo que me metía. Y entonces alguien llegó y me dijo:

Alguien: "Ah oye, si que la he visto..."

Un servidor: "Sí? Y que tal?

Alguien: "Tsss, es un coñazo. Un adolescente en busca de su identidad sexual."

Y sí. Va de eso.

En parte.

Porque por desgracia, en la ecuación también hay metido facebook-bullying, padres subnormales a más no poder, emos everywhere, y juegos multijugador online masivos donde sólo se meten inadaptados suicidas en potencia.

Eso sí, la sala aplaudió. Y no es que no llegue a entenderlo, la película tampoco hace daño a los ojos (la mayor parte del tiempo). Se puede llegar a ver sin mucho problema, y acercarse a la típica temática de "el mundo es una mierda y el conflicto está en si me relaciono o no" se observa claramente y se agradece el intento de llevarlo a una historia más ambientada en nuestros días.

Pero a mi, personal e intransferiblemente a mí, me ha parecido más vacía que su puta madre.

Y es que me he quedado igual viendo la película, porque no llegaba a comprender, de veras, al señor protagonista. Y con él, al resto de personajes. No porque actúen mal, si no porque tenía la sensación de que eran idiotas, o unos exagerados de la vida. Que se burlen de ti duele, vale, joder, lo acepto y lo pillo. Pero lo de que el joven este se quiera suicidar de repente en dos días, que no salga de su puta habitación en semanas, y se coja unas rabietas que parecen de un niño de 10 años cuando en la película dicen claramene que es mayor de edad...

En fin. Si os apetece una película de este tipo, dadle una oportunidad, a lo mejor os gusta. A mi la estética de la animación tampoco es que me haya entusiasmado, y eso que soy el tonto de la animación. Me lo veía todo muy típico. Y la sensación general que me transmitía la película era que estaban hablando de muchas cosas sin llegar realmente a comprenderlas. Quedando una cinta que, para mí, estaba vacía.

spoilers

Como me descojoné en la escena en plan videoclip de de rock moderno y flipado de pacotilla en la que el niñato se vuelve malo malote y va con una pipa al insti. Que intensidad. Que huevos poligonalmente cuadrados.

8.11.11

"Infiltration" - Dover Koshashvili. 2011.



Cuando llegué me llegaron diciendo que esta era una versión israelí de la primera parte de "La chaqueta metálica", y no andaba desencaminada la definición, no. Aunque la cinta de Kubrick tiene más mala leche que ésta, una mala leche que es hasta deliciosa ver en pantalla. Pero no estamos hablando de Kubrick, aunque me gustaría.

"Infiltration" nos "infiltra" (jajosjajosja que agudo que soy) en un campamento de instrucción israelí de soldadados. Aquí seremos testigos de las diferencias entre los reclutas, pero como parece que finalmente tienen algunas cosas en común.

Si hay algo que decir de la película es que es curiosa. Para empezar, consigue ser simpática en muchas ocasiones. La vida del campamento y de los personajes se presenta de forma que resulta realista y cómica. Y sin embargo, no es una cinta de humor. Y es que en determinados momentos somos testigos de momentos de verdadera tensión dramática y violencia, que mantienen en silencio a una sala que la mayor parte del tiempo se estaba riendo.

Sigue dando mucho juego por el tipo de historia en sí. Un campamento de instrucción militar es un campo de cultivo excelente para contar historias, ya que se basa precisamente en poner trabas a los reclutas hasta que superan las pruebas o simplemente abandonan, consistiendo éstas en no solo pruebas físicas, si no psicológicas, y en donde se pone en juego la voluntad de los jóvenes soldados frente a la autoridad.

A mí me ha entretenido, aunque tampoco es una maravilla. A quien le gusten este tipo de historias no creo que le escueza el ojo al verla. Eso sí, tiene una historia de amor que no pega ni con cola metida con calzador en mitad de la película. Avisados quedáis.

"Code Blue" - Urszula Antoniak. 2011.



Ya el cartel es desagradable.

En fin, la película nos acerca a la vida de Marian, una solitaria enfermera de hospital que es muy distinta en todos los aspectos, empezando por ayudar a algunos de sus pacientes a descansar para siempre. Y eso es lo menos raro.

La película comenzaba bien, en todo caso. Si algo estaba bien era la atmósfera que la directora conseguiá al comienzo de la película, triste e inquietante, y con un uso del diálogo reducidísimo (vaya, que se acerca a "The Turin Horse" en este apartado). Eso, acompañado de una banda sonora agobiante y planos que daban mal rollo de muchas formas, cumplía con el propósito de no hacer agradable el estar sentado en la sala. El Lope de Vega, por cierto. Que mola bastante, no lo vamos a negar.

A pesar de todo ello, no recomiendo ver la película. Por dos cosas: si al principio resulta desagradable por la sugestión de las imágenes, música, actuaciones y demás, luego se vuelve aún mucho más desagradable, de forma francamente explícita, gratuita, e innecesaria. Y lo segundo es que todo eso no dice nada. No sirve para nada. Y es que empezamos con que ella esta mal, para que luego esté peor todavía.

No hay mucho más que decir. Aparte, la historia es bastante lenta, y encima, floja. Unido todo eso junto a que se va haciendo cada vez más desagradable verla, y que encima no se empatiza con lo que le ocurra al personaje, hace que estés deseando que todo termine o irte de la sala, como sucedió en algunos puntos de la sala.

No la recomiendo, a no ser que te interese mucho un relato que ataca la sensibilidad del espectador de forma muy evidente.

" The Island" - Kamen Kalev. 2011.



La primera película de ayer tuvo su gracia. Creo además que es la primera muestra de cine búlgaro que veo. Y que cómo es el cine búlgaro? Pues cine de giro inesperado.

Aver, la película es la historia de una pareja que parece que se quieren pero que como todas las parejas tienen roces. Así que Sophie (que es Laetitia Casta), saca de viaje sorpresa a Daneel (Thure Lindhardt) por eso de mantener viva la pasión, y acaban en Bulgaria; y más concretamente, en una islucha perdida donde hay dos casas y un par de perros y a veces pasa un barco. Pero sin horario fijo, eh.

La película invita a ser muy reflexiva y a apoyarse mucho en la fuerza de la imagen y de la expresión de los personajes, ya que hay poco diálogo y el ritmo de la trama es lento. Da tiempo de pensar porque este tío hace esto o lo otro, pero no está mal. Se deja ver, pero sólo si te hundes un poco en la historia, ya que es bastante poética y elíptica en muchas ocasiones.

El problema de la película, son los giros inesperados. Al principio crees que estás viendo un película, pero te la cambian completamente, por otra distinta. Y luego otra vez. Eso, unido a determinados momentos de la trama, que, aunque me encantaría (porque me encantaría, coño) desvelar, te dejan con la sensación de preguntarte que coño es lo que estás viendo, con todas las letras. Yo menos mal que la vi acompañado, porque a veces era tan sinsentido e inexplicable que tenías que reirte por huevos.

El porqué de esto? Pues, me imagino que será para reforzar el tema de la cinta, y es que te fuerza a no buscar el sentido de la historia de manera racional. Porque no hay manera, en serio. Para no quedarte con cara de tonto en la película tienes que seguir el camino de los personajes, y aceptar algunas cosas tal y como son, sin pensarlas demasiado, aunque a mi no me ha gustado la manera en la que esto se intentaba conseguir.

Y es que a mí me gusta que me sugieran, y no me obliguen a pensar algo. Y que encima te suelten el discursito final, donde parece que te lo explican, me toca la moral.

A ver, si haces una película que no tenga ni un puto sentido, no les des el sentido al final. Y encima de forma que haga que el espectador sienta que esta recibiendo una lección.

spoilers

(Por favor, si alguien la ha visto, que me explique que coño simboliza la escena del parto de la salsa de tomate. Lo necesito.)

7.11.11

"El barbero de siberia" - Nikita Mikhalkov. 1999.



Si algo da esta película, son ganas de ir a Rusia.

Y que una película de tres horas se te pase rápido, que va danzando por la línea de lo pasteloso tiene su mérito.

"El barbero de Siberia" cuenta la pasión que mantienen dos jóvenes, una americana (Julia Ormond) y un cadete que estudia para oficial del ejército ruso que comparte nombre con cierto escritor del mismo país (Oleg Menschikov). Y toda esta historia gira alrededor de una máquina que promete cambiar el curso de la historia de la tala de árboles: "el Barbero de Siberia".

Ante todo, la película es, lo primero, entretenida. Muy entretenida. Conseguía sacar carcajadas al público de manera regular, gracias a acontecimientos muy graciosos y unos personajes que se aunque a veces dan la sensación de ser un poco histriónicos, no lo son. Y es que la constante temática del relato es muy evidente conforme avanza la trama: el fuerte carácter ruso, sentir todo a tal extremo de una manera que fascina.

En ese mismo sentido, la producción es simplemente brillante. Me resisto a creer que la Rusia zarista fuera tan limpia e idealizada, pero reconozco que le da una especie de barniz de ficción, de aventura a la historia, que es intencionado. Y es que ver los despliegues de oficiales en formación, columnas monstruosas de presos, o la suntuosidad de las ferias locales son una maldita delicia.Y es que descubrir las costumbres extrañas de ese país es una de las cosas más interesantes de la cinta.

Eso sí, aviso que la película puede ir perdiendo fuelle al final. Más que nada porque va cambiando lentamente el tono humorístico por el dramático. No lo pierde del todo, desde luego, y es gracias a unos curiosos flashbacks que refuerzan la temática de la historia y que al final permiten relajar un poco el ambiente más cargado de la historia.

Es una buena película. Se deja ver muy bien, aunque a los que no les gusten las historias de amor no creo que les interese. Pero esta bien. A mi me han entrado ganas de irme una temporada a beber vodka.

"Abendland" - Nikolaus Geyrhalter. 2011.



Abendland es un documental. Lo digo porque yo no lo sabía, es lo que tiene elegir las películas a dedo. Pero bueno, la cosa era que yo esperaba enterarme rápido del argumento y hundirme en la historia y tal. Ahora bien, menos mal que me di cuenta pronto de que iba la cosa, porque yo le estaba buscando una trama a una película que no la tenía.

“Abendland” no es más que el retrato de la Europa nocturna. Algo que viene a ser por ejemplo, grabar a un basurero durante toda la noche, siguiéndole para ver lo que hace. Y ya está.

Este método tiene sus inconvenientes: corre el riesgo de ser mortalmente aburrido. Vale que a veces lo que ves es interesante, porque no se te ocurre pensar en ciertos aspectos de la gente, y verlos ciertamente sorprende. Pero la dificultad, es esa; lo que a ti puede parecerte una joya del existencialismo a otro puede parecerle un maldito coñazo.

Lo comenté ayer con otros que vieron la misma película, y es que habría estado bien que los trabajos, lugares, y situaciones que se muestran en la cinta hubieran estado relacionados de algún modo, con un elemento temático común entre dos de ellos cada vez, por ejemplo. No porque no sean interesantes de por sí, si no porque facilita la entrada del espectador mientras contempla esos retazos de vida oculta. Por ejemplo, se enlazaban una celebración del Oktoberfest con una unidad de emergencias gracias a un idiota bebido. Y todos nos dimos cuenta de la diferencia entre esas dos escenas y el resto, a todos nos encantó esa transición, parecía curiosa, y se hacía más llevadera, como si fuera evidente ir de un lugar al otro.

Recomendada para curiosos con paciencia. Tiene momentos que compensan aquellos otros en los que no pasa absolutamente nada. Pero bueno, si has visto “The Turin Horse” te va a parecer una montaña rusa de emociones.

"Everybody dies but me" - Valeriya Gai Germanika. 2008.



Me tocó. Como parece que no podía faltar en un festival de cine como dios manda, me encontré con la típica película de adolescentes que crecen cuando se dan cuenta de que el mundo es una mierda. Rollo Truffaut, sí. Vaya, un "7 vírgenes" ruso.

La peculiaridad está en que seguimos a 3 chicas, amigas de la muerte, a lo largo de más o menos una semana con la excusa que al final de la semana se organizará la al parecer importantísima disco (que viene a ser un baile de estos típicos americanos de instituto, solo que en versión rusa y con música más chumpachumpa). Como es evidente porque si no no hay película, cada una de ellas tiene sus problemas, y la semana se convertirá en un viaje a la madurez para ellas y blablablá.

La película se deja ver ante todo. Las actrices no están mal, aunque parezcan un poco creciditas para sus papeles, pero parece que se toman en serio sus personajes. Eso sí, a mi parecer se las come una de las secundarias, la señorita Yuliya Aleksandrova. Más que nada porque me encanta el papel de zorrón despiadado que hace, y que da para buenos momentos de tensión en la película.

Me quejaría, eso sí, de la fotografía. No porque tenga nada en contra de una técnica que se acerca a la cámara al hombro, y que quiere mostrar un verismo hacia la historia que se está mostrando. Es que ya mareaba seguir la cámara con tanto puñetero bamboleo. Y encima yo estaba sentado en las primeras filas. Y tener que mover la cabeza de arriba a abajo para seguir los subtítulos, y que encima no pudieras reposar la mirada porque todo se movía sin parar, mira, jode. Y que algo te joda te quita de la película, vaya.

Y eso. Se puede ver, sí, pero no tiene nada nuevo, honestamente. Podéis vivir sin ella y no os pasará nada.

6.11.11

"The Turin Horse" - Béla Tarr. 2011


No voy a andarme con rodeos. Ayer me toco "The Turin Horse", del señor Tarr. Y coincidiendo con algunas opiniones que he recabado antes de verla, sí. Es aburrida. Es pesada. Es increíblemente pesada. Interminable. Es un auténtico coñazo de los de verdad, con todas las letras, de los que no se pueden expresar con palabras y solo experimentar, que incluso se permite el trolleo más sorprendente que he visto en el cine. Una cinta que causaba movimientos incómodos de butacas, bostezos, salidas precipitadas, y risas desesperadas.

Ahora bien, dicho esto, también coincido en lo mismo que otro compañero cinéfilo. Es una película que se puede llegar a disfrutar. Pero es difícil. Francamente, muy difícil.

Inspirada en un famoso suceso entre Nietzche y un caballo, a partir del cual el primero al parecer perdió la cordura, la película nos invita a acompañar al dichoso animal y a sus dueños, un padre que andará por los 60 y su hija, que viven en una granja en el páramo de quintocoñolandia, donde todo el rato sopla un viento rollo huracán Katrina.

La película, al menos para mí, empezaba de manera interesante. Es justo reconocerle a la película la estética claramente diferente que planteaba de lo visto normalmente. Planos larguísimos, y bellísimos a nivel fotográfico. El blanco y negro que usa Tarr a mi personalmente me parece magistral, curiosísimo, y que junto a la historia lenta, silenciosa, que enmarca, provoca que te fijes muchísimo en cada detalle, en cada sombra, y en cada movimiento que altere la vida de esa familia. Consigue que hasta las cosas más nimias parezcan importantes, y te fuerza a pensar en lo que estás viendo, en lo patético y aburrido que resulta la vida, cuando te das cuenta de que estás deseando que pase algo interesante en las vidas de los personajes; las vidas que tu estás observando y tomando parte en ellas.

El problema, el serio problema de esta película es que cuando pasa una hora, estás harto de que no pase nada. Y con que no pase nada no me refiero a un bodrio tipo "Linterna Verde", donde lo que ocurre es aburridísimo y te lo esperas y no te motiva nada. Es que no ocurre, literalmente, NA-DA, los personajes andan todo el día igual, ves lo que haces mil veces, ves que comen patatas mil veces, te das cuenta de que puedes contar las frases que sueltan los protagonistas en la película con los dedos de una mano, que lo hacen todo en silencio, y cuando llevas dos horas estás deseando morirte, que se mueran los personajes, que se muera el caballo, o que llegue un meteorito y aplaste la casa. Y al director. Y a los que le dieron el dinero para escribir esa cosa.

Por eso, lo aviso. La película puede ser interesante, pero tienes que saber a lo que vas. Se la recomiendo solo a los muy cinéfilos, muy curiosos, o que quieran ver algo diferente. Pero a mí, a pesar de lo interesante que pueda ser, me falta el argumento. Que como experimento fílmico está muy bien, pero a mi me falta la historia, coño.

"12" - Nikita Mikhalkov. 2007

 Éste pequeño paréntesis solo tiene la intención de informar de que me dispongo a hablar de todas y cada una de las películas que voy a ver en el festival. El motivo: ya que no voy a ir a clase, estaría bien que hiciera algo de provecho para variar aparte de sentarme en una butacona a ver pelis, que esta bien, sí, pero hay que hacer de todo. Y así lleno un poco el blog de cosas algo más interesantes, para variar.


He de reconocer que he tenido suerte con la primera película que me ha tocado ver en el Festival de Sevilla, este último viernes. Una suerte loca, vamos. Sobretodo teniendo en cuenta que me metí en esta película casi por casualidad; habría pasado de ella a lo bestia si un buen amigo no me la hubiera señalado en el impreso. Eso sí, sólo tuvo que decirme que era una adaptación libre de "12 hombres sin piedad", pero la de Lumet, la del 57, un peliculón que me embobó la primera vez que vi y que recomiendo a toda persona humana pensante que camine sobre la faz de la Tierra.

Aun así, mi actitud ante todas las películas del Festival es esperarme algo bastante cutre si hablamos del plano puramente narrativo de los filmes. Lo que quiere decir que me espero que sean bastante coñazo todas. Por lentas, argumentos forzados, o por experimentos fílmicos que le dé al director por hacer. Y no quiero decir que sean malas; sino que a pesar de su posible valor sea fácil verlas como un puto coñazo.

Por suerte, y hablando ya de la película, esto no es así; para quien no tenga ni idea de que va, es la historia de 12 hombres que componen un jurado, y que deben juzgar a un joven checheno por asesinato. Basándose ampliamente en la obra original del 57, quién la haya visto sabrá que el punto fuerte de la película es su guión. Ya la primera conseguía pegarte a la pantalla sin que los personajes salieran de la habitación donde estaban en toda la película, en la versión de Mikhalkov es bastante parecido, pero cambiando la sala del jurado por un gimnasio de un colegio, que da para muchísimo juego en la historia, con algunas escenas muy intensas y que no hubiera sido posible rodar si los personajes no estuvieran ahí.

Éstos últimos son fantásticos la mayoría; se nota el esfuerzo de dotarlos a todos de un pasado que explica sus actitudes y decisiones a lo largo de la historia, y muchos de los monólogos que protagonizan son especialmente conmovedores y casi merecen tratarlos de forma única cada uno de ellos. Eso sí, coincido en que esto tiene un riesgo: la película, en determinados momentos y a pesar de lo absorbente que es, llega a hacerse larga en ocasiones, debido a que las historias de cada personaje ocupan un tiempo que enlentece la historia, no como la original que tenía una duración maravillosa de hora y media creo recordar. Además, a pesar de que parece que el director ha querido dar a cada personaje un pasado, resulta sorprendente que algunos solo parezcan estar ahí por que sí, y no demuestren tanta profundidad como los otros. No porque todos y cada uno de los personajes deban de ser tratados de la misma manera, si no porque al ver la película, está claro que los 12 son importantes,  ya que cada uno de ellos representa un voto. Y como que falta algo cuando uno o dos de ellos no llegan a conocerse tanto, dando la impresión de que sobran,

Sin embargo, si la duración no te importa, nada lo hará. Los actores son magníficos, la música se implementa muy bien y refuerza la historia como tiene que hacerlo. Y tiene lo importante: una buena historia, que se disfruta y engancha, como tiene que hacerlo.

La recomiendo ampliamente; una muy buena película. Y más aún ver primero la de Sidney Lumet. No por nada, si no porque se disfruta más, creo yo. O no, yo que sé. Pero eso que lo decida cada uno.

Yo por mi parte voy a ver si puedo meterme en otra del señor Mikhalkov a lo largo del festi.

4.11.11

Una historia que va de historias

Ahora debería estar limpiando mi cuarto de baño, aunque, siendo sinceros, debería haberlo limpiado eones atrás. El caso es que voy a estafarme otro poco más de tiempo y me voy a poner a escribiros alguna tontería.

Aunque me sorprendería mucho que me estuviera leyendo alguien. Entiendo que tenéis cosas interesantes que hacer, y eso.

En fin, voy a intentar ejercitar mi imaginación un poco.

"Esta es la historia de un tipo cualquiera. Podemos llamarlo Juan, por ejemplo. O Alberto. Aunque a mi me gusta especialmente el nombre de Mario. No por nada en especial, simplemente es que suena a personaje."

"Mario tenía un problema. Era un escritor, y principalmente, lo que un escritor hace es escribir. Mario era uno de esos pocos autoproclamados escritores que no escribía. No se sabe muy bien la razón. Quizá no tenía imaginación. O la técnica se le escapaba."

"En cualquier caso, para el pobre Mario, lo más terrible, y humillante, era encontrarse ante una superficie blanca, ya fuera folio, hoja de cuaderno, o la pantalla del ordenador. Le aterraba. La sensación era siempre la misma. Comenzaba con confianza, pero también algo de tensión. No porque tuviera miedo, si no porque a Mario el corazón le latía más rápido al escuchar una historia. Más rápido si era buena. Y sobre todo, Mario vibraba de emoción cuando sabía que podía encontrarse en la génesis de una nueva historia."

"Sabiendo eso, era comprensible que desde temprana edad Mario, desoyendo los consejos de sus conocidos, decidiera que escribir iba a ser la pasión de su vida. Las penurias que suelen acompañar este tipo de vida, a él no le importaban. Tenía una visión de la vida que era francamente distinta, condicionada por su amor a la narrativa."

"No es que fuera ingenuo o idiota. Que lo era, por supuesto. Como el resto. Lo que lo distinguía era el concebir su vida como una aventura escrita por alguien. Y no, no es que creyera que Algo lo dirigía o algo por el estilo. Mario había decidido, Él, que su vida era otra historia más. Y experimentaba con ella como lo haría cualquier científico con cualquier otra cosa. Intentaba desentrañar los secretos y las marañas de las historias, y según él estudiar su propia historia era otra manera de hacerlo igual de buena."

"Es comprensible que ante esta dedicación tan profunda y clara, Mario se sintió desnudo cuando se dispuso a escribir algo desde cero la primera vez. Sencillamente, era algo que no había previsto. Y aunque al primer intento solo hubo estupor, según trataba de que surgiera algo de su mente eso dió paso a la rabia, luego a la frustración, y finalmente al miedo."

"Mario estaba aterrado. Y es que no lo comprendía. No comprendía por qué el, precisamente él, era incapaz de que le brotara un sencillo cuento. Sencillamente, al momento de intentar llevar el relato a cabo, las palabras que parecían sonar bien en su cabeza desaparecían. Y lo que creía que funcionaba, no lo hacía."

"A partir de ahí, Mario comenzó a sentir un miedo casi patológico a cualquier cosa que le recordara su incapacidad. Dejo de sentir aprecio por las historias. Desde novelas, hasta cómics, desde películas, hasta telenovelas. Desde la letra de una canción donde se intuía un argumento, hasta las dos líneas de diálogo de una porno, Mario no podía enterarse de esos relatos. Sencillamente le superaba."

"De tal manera, que para huir de todo lo que le sugiriera una aventura, lo que hizo fue dejar de huir a mundos de fantasía. Mario se volvió a poner los pies en la tierra, en cuerpo y alma. Se dedicó ciega y exclusivamente a lo real, a su vida. A lo que era tangible, y podía tocar, y que le evitara imaginar y soñar."

"Al final, en su lecho de muerte, Mario estaba triste. Postrado inmóvil en la cama de un hospital, a altas horas de la madrugada, aquejado por unos dolores tan terribles en la columna que eran como latigazos de fuego y que ni la morfina ni multitud de pastillas sin nombre podía atenuar, no tuvo más remedio que huir del mundo real."

"Su mente estaba tan desentrenada, que al principio no se imaginaba nada. Unas pocas lágrimas le brotaron debido a la rabia y al dolor. Y entonces se recordó a él mismo, en otro momento de su vida."

"La primera vez que había intentado crear una historia, y había sido incapaz."

"Mario entonces empezó a recordar a partir de ese instante de su pasado. Las imágenes fueron pasando una detrás de otra. Era capaz tanto de leer como oír las palabras que recordaba haber dicho o haber oído."

"Y así, poco a poco, Mario fue testigo de toda su vida."

"El último pensamiento de Mario fue de felicidad. Por que se dió cuenta, mientras dejaba de respirar, que había conseguido crear una historia."

31.10.11

Fragmentos varios volumen 1

Tengo un poco de tiempo antes de que venga toda la peña y tengamos que salir a esa americanada mundial conocida como Halloween, y como hace un follón que no escribo nada, os voy a meter unos cuantos fragmentos que me gustan pillados de varias partes. Así reutilizo lo que ya tengo escrito, vosotros tenéis algo que leer, y yo solamente copio y pego y quedo tan guay.

Que las disfrutéis cabrones:

 

"The Sandman" (Dream, Volumen 1) - Neil Gaiman. 1988-1996. 

Sueño - Y VOSOTROS, que os llamáis coleccionistas.
Sueño - Hasta ahora, habéis protagonizado fantasías en los que sois los héroes maltratados de vuestras historias.
Sueño - Ensoñaciones reconfortantes donde, al final, resulta que tenéis razón.
Sueño - Nunca más.
Sueño - Para vosotros, el sueño ha terminado. Me lo he llevado.
Sueño - Pues esta es mi sentencia: sabréis lo que sois siempre y en todo momento. Y sabréis lo POCO que eso significa.

"The world according to Garp" - John Irving. 1978.

Un día, en la sala de lucha libre, Garp se sentó junto a Helen. El no ignoraba que tenía un grano en el cuello y que sudaba copiosamente. Las gafas de Helen estaban tan empañadas que Garp dudó de que pudiera leer.
- Lees mucho - le comentó.
- No tanto como tu madre - respondió Helen sin mirarle.
Dos meses mas tarde, Garp dijo a Helen:
- Te estropearás los ojos si sigues leyendo en un lugar tan caluroso como éste.
Helen le miró, esta vez a través de los cristales nítidos, que agrandaban sus ojos de manera sorprendente.
- Ya los tengo estropeados. "Nací" con los ojos estropeados.
Pero a Garp le parecían unos ojos hermosos, tanto que no supo qué decirle.

"The world according to Garp" - John Irving (2). 1978. 

La caja con tres condones anidaba incómodamente en su bolsillo, con las gomas enroscadas como víboras.
En el mohoso apartamento de Cindy, sólo usó una de ellas. Descubrió sorprendido que se habían retirado todos los muebles; reunieron las abultadas maletas de Cindy e improvisaron un incómodo lecho. Garp se cuidó de no permanecer un segundo más de lo necesario para que Helen no pensara que había pasado demasiado tiempo incluso para una despedida "literaria".
Un espeso arroyo atravesaba los terrenos de la escuela y Garp arrojó furtivamente los dos profilácticos restantes a través de la ventanilla del coche en marcha... imaginando que un alerta guardián del campus podía haberle visto y ya estaba revolviendo el lecho del arroyo para recuperar las pruebas: dos gomas que no habían sido arrastradas por la corriente. La prueba que conduce al criminal.
Pero nadie le vio, nadie le descubrió. Ni siquiera Helen -que ya dormía- percibiría el olor peculiar del sexo: a fin de cuentas, horas antes, él lo había adquirido legítimamente. Aun así, Garp se duchó y se metió limpiamente en su segura cama, se acurrucó contra Helen, que murmuró alguna palabra afectuosa e instintivamente cubrió la cadera de Garp con su largo muslo. Como él no respondió, apretó sus nalgas contra él. A Garp le ardía la garganta con la confianza de Helen y por su amor por ella. Palpó amorosamente la leve hinchazón de su embarazo.
Duncan era un niño sano e inteligente. La primera novela de Garp, al menos, había hecho de él lo que él decía que quería ser. La lujuria todavía complicaba la joven vida de Garp, pero tenía la suerte de que su mujer le deseara, lo mismo que él a ella. Ahora un segundo hijo entraría a formar parte de su cuidadosa y ordenada aventura. Volvió a palpar ansioso el vientre de Helen, en espera de una patada, de una señal de vida. Aunque coincidía con ella en que sería hermoso tener una niña, Garp abrigaba la esperanza de que fuera otro varón.
Se preguntó por qué. Recordó la chica del parque, su imagen de Ellen James sin lengua, las difíciles decisiones de su propia madre. Sintió la dicha de vivir con Helen; ella tenía sus propias ambiciones y él no podía dominarla con las suyas. Pero recordó a las prostitutas de la Kärntnerstrasse y a Cushie Percy (que moriría en su primer y único parto). Y ahora -su aroma todavía en su cuerpo, o al menos en su mente, aunque se había bañado- , la saqueada Huesos de Pichón. Cindy había gemido bajo su cuerpo, con la espalda apoyada en una maleta. Una vena azul latía en sus sienes, las sienes translúcidas de una niña de piel pálida. Y aunque Cindy todavía tenía lengua, había sido "incapaz" de hablarle cuando la dejó.
Garp no quería una hija a causa de los hombres. A causa de los hombres "malos", sin duda alguna; pero incluso, pensó, a causa de los hombres como "yo".

Soldados de Salamina - Javier Cercas. 2001. 

-Creí que eras nacionalista.
Aguirre dejó de comer.
-Yo no soy nacionalista -dijo-. Soy independentista.
-¿Y qué diferencia hay entre las dos cosas?
-El nacionalismo es una ideología -explicó, endureciendo un poco la voz, como si le molestara tener que aclarar lo obvio-. Nefasta a mi juicio. El independentismo es sólo una posibilidad. Como es una creencia, y sobre las creencias no se discute, sobre el nacionalismo no se puede discutir; sobre el independentismo sí. A usted le puede parecer razonable o no. A mí me lo parece.
No pude soportarlo más.
-Preferiría que me llamases de tú.
-Perdona -dijo: sonrió y continuó comiendo-. A las personas mayores estoy acostumbrado a tratarlas de usted.

La segunda parte muy pronto. Que tengo más, y era por no saturaros hombre. 

13.10.11

Enfermedad, me estás tocando las pelotas...

Me dispongo a escribir, así que me preparo. Taza de Chewacca a la izquierda, esta vez llena de un caldo tela de barato que me he pillado en el Lidel de aquí cerca. No esta mal. Le doy un 9 relación calidad precio.

Estoy enfermo, y no hay nada que me joda más que estar enfermo. No porque es incómodo a saco, que ya lo es, si no porque siento que no utilizo el tiempo para absolutamente nada. Y no veas como jode. Vale, se supone que me estoy "recuperando". Pero no veas como jode.

Así que nada. Mucho pensar, y también de no hacer nada. Supongo que se necesita algo así de vez en cuando, tener tiempo para tus cosas. Yo he intentado ponerme a trabajar; y bueno, algo he conseguido, sí, he tenido unas cuantas ideas para cierto corto que estamos montando. Pero sigo cabreado.

En fin. Ahora mismo me apetecería decir muchos tacos, enfadarme con todo el mundo, y pegarle a alguien. A un político, o a uno de esos gilipollas con dinero. Ya sabéis todos cuáles son.

Por suerte para el mundo en general, estoy vomitando toda la mala uva que tengo en este blog. Asco de Internet y su relación de sustitución de la realidad con el usuario.

Pues eso. Asco de día. Ahora me haré de comer, charlaré con mi compi de las ideas para el corto que se me han ocurrido, si no le gustan le mato, y luego nos pondremos a pasarnos el Metal Gear Solid, con el que me desahogaré matando gente de mentira.

Y ya está. Vamos, Chewie, que tengo hambre.

11.10.11

Lo que se saca mirando con intensidad un par de lasagnas

Hoy me he quedado a comer en la facultad. Y sí, ya lo sé, nadie debería quedarse a comer nunca en el comedor de la facultad. Entendedme: la comida es barata, te atienden como a una persona humana, y, vuelta a la comida, podría estar más vomitiva, honestamente. Pero quien haya comido más de un inocente par de veces al año en el comedor de la facultad sabe lo que digo.

Ahora voy a desviarme para pasar al tema de verdad. Me encontré con unas amigas que estudian allí, y como tenía media hora antes de que empezaran las clases, decidí aceptar la oferta de sentarme en su mesa. Saqué mi almuerzo: un melocotón por eso de comer sano y unos filipinos que me cedió mi buen amigo Sollomcqueen por eso de tener energia, y me senté en un extremo de la mesa, dedicándome a pensar en mis cosas mordisqueando el melocotón.

La cosa es, que al rato me aburrí de pensar en mis cosas, y como estas chiquillas estaban en piña en la mesa y parecía que no reparaban en mi decidí ponerme a escucharlas. No sé, pero mi lógica de medio día me decía que a lo mejor podía enterarme de algo interesante, emocionante, o misterioso, escuchando a un grupo de mujeres hablar de sus cosas sin una presencia masculina en medio de la conversación.

Menuda idiotez, estaréis pensando, porque yo estaba en la misma mesa. Vuelvo a recalcar que esto es un puto blog de gilipolleces varias, y que si buscáis hechos reveladores y significados profundos de la naturaleza humana, leáis a Chomsky, Irving, o estudiéis física.

Y sí. Tener una lógica distinta dependiendo del momento del día es lo que tiene: creerte con toda la razón del mundo y a la media hora darte cuenta de que has hecho el gilipollas.

El caso es que me puse a escucharlas con toda mi ilusión y regodeándome por ser un observador de la naturaleza humana tan bueno. ¿Que de que hablaron?

Para empezar, no tengo un oído fino, así que me enteré de la mitad. Estos son los temas que creo haber escuchado:

1) Que bueno estaba el hojaldre de una.

2) Que montón de lasagna tenemos para comernos entre todas.

3) Restante blablablá acerca de ropa, que honestamente, ni entiendo ni me interesa.

Y ya está. Eso fue lo que presencié. Mientras me iba y me despedía porque empezaba mi clase y empezaban a decirme que si era alguna especie de maniático de la limpieza, pensaba en mi en absoluto productiva investigación acerca de la naturaleza humana. Que sin interés y que patético que era todo.

Y bueno, la cosa es que sí. Volví a mi vieja conclusión, algo pobre y tarde, seguramente, de que todo es mucho más patético y aburrido de lo que nos imaginamos. Realmente, todo de alguna manera es, de serie, así de falto de interés. Lo cual no es malo, porque saber eso te permite esperar un poco mejor lo que te puede dar la maldita vida, y que es lo que puedes hacer tu para que no sea así.

Porque, creo que se puede admitir, estamos rodeados de momentos en nuestras vidas en los que no actuamos como pensamos que deberíamos hacerlo. Pero la cosa es que no es tan grave. No estamos hechos para seguir un camino de perfección, porque el resto del universo tampoco lo está.

Lo que puedes intentar es comprender, seguir adelante, y reírte de ti mismo cuando sea posible, que alarga la vida y a no ser que tengas especial mala suerte, seguro que te hace más atractivo.

Y eso es lo que pensé en el camino a mi clase de inglés, tras mirar fijamente un par de lasagnas.

10.10.11

La historia de un regreso más larga y coñazo jamás contada

Esta entrada no va a dedicada a nada ni a nadie. Simplemente es que ayer volví de Irlanda, y durante todo el tiempo considerado "de viaje", estuve dándole vueltas a la idea de escribir acerca ese día. No porque sea interesante ni nada parecido; es que para eso este es mi blog y hago lo que a mi se me antoje con él. Así que tomáoslo como un capricho del autor, que es exactamente lo que es.

Para empezar, la mañana fue bien. Me desperté a eso de las 7.30 por eso de tener tiempo suficiente para prepararme y tal, pero claro, tenía tiempo de sobra, así que me dormí de nuevo hasta las 8.30. Como es natural, gasté esa media hora de sobra que tenía durmiendo, y para la ducha, guardar las últimas cosas, tomar un triste y último desayuno irlandés bañado en mantequilla, y despedirme de la familia, me quedaba una hora escasa. No problem. Activé la supervelocidad, y lo único destacable es que le pegué una patada sin querer al perro de tanto nerviosismo.

La irishmam me dijo adiós, eso sí, no se fijó en que para el último día había guardado, con mucha malevolencia por mi parte, lo reconozco, mi camiseta de la bandera de Reino Unido. Mientras ella me plantaba cada beso en la mejilla, yo sacaba pecho en un intento de conseguir al menos siquiera una mirada de desaprovación. Pero nada de nada. Felicidad y sonrisas por todos lados. Y yo que deseaba sentirme un villano con toda mi alma, a tomar por culo. Malditos irlandeses.

Enigüey, el irishdad se enrolló a lo bestia, tengo que reconocérselo, y se ofreció a llevarme a la parada del bus que me llevaba al aeropuerto. En el camino me habló de si esa mañana los irlandeses estaban muy emocionados, por que su selección de rugby jugaba un partido muy importante, que iban a ganar, y demás restante blablablá en inglés. Yo por mi parte iba ocupado pensando en no más frío mañanero y ensaladilla rusa en cuanto tocara suelo patrio, así que me enteré de la mitad en su momento y no me importó más allá de una mierda, pero el caso es que luego esta pequeña anécdota volaría a mi mente más tarde como explicaré luego y me haría mucha gracia (aunque no la tiene, pero que queréis que os diga, soy así de idiota por dentro).

Al llegar a la parada, me despedí del irishfather, le mandé saludos al resto de la irishfamily, y le prometí una postal en navidad (promesa que se merece un yaoming, dada la cabeza olvidadiza que tengo), y me dediqué a esperar a mi susodicho Aircoach-bus. Como llegué con casi 40 minutos de sobra, me quede allí esperando, con mis dos maletas en mis flancos, y protegido por 3 abrigos que no me habían cabido en éstas últimas. Pero oye, era Irlanda, y aunque iba con cierto aire a muñeco Michelín, estaba más contento que unas pascuas así de calentito. Tan tan calentito, que ni me importó que el pedazo de día se estropeará justo esos 40 minutos que estuve esperando y me cayera mi último chaparrón gaélico. Yo me dediqué a eso, esperar todo mojado (no malpenséis), y mientras tarareaba, cantaba, y hablaba conmigo mismo, que es lo que hago cuando no tengo nada que hacer y me aburro tanto que me importa un carajo si doy miedo a los transéuntes.

Ya luego, tras darme el pequeño infarto que te da porque el autobús no llegue a su hora, me subí el dichoso bus y me quedé en esos maravillosos sillones de cuero en un estado entre la vigilia y el sueño, observando como el cincuentón de un par de asientos delante de mí se ponía a hablar por messenger (si joder, autobús con wifi. Eso es el puto progreso).

Al llegar al aeropuerto vino la parte jugosa. Fui inocentemente a facturación y me planté delante de la gran (porque gran, era el adjetivo adecuado, visto que me sacaba dos cabezas de alto y de ancho) señorita de facturación. Entregué mis papeles, puse mis maletas y tras pesarlas, murmuró unas frases en inglés que en un primer momento no oí. Transcribo como puedo la conversación para darle más énfasis:

Gran señorita de facturación - Okaaaaay, the weight is to much. I think you´re going to have to pay some fine...

Willthefuture - ... Sorry, fine?

Gran señorita de facturación - I think one hundred will be ok..

Willthefuture - ....... Sorry, one WHAT?

Gran señorita de facturación - The weight of the suit is about 20 kilos, and, with one kilo twenty euros, and you suit only can carry 15... yes, one hundred.

Mi cara tenía que ser un cuadro abstracto, porque la pobre me miró con cara de pena mientras me preguntaba si iba a pagar en cash o en card. Por suerte recobré el dominio de mis facultades y le arranqué la maleta de cuajo a la tía, medio gritándole mientras me alejaba que ahora volvería enseguida.

Acto seguido comenzó lo que se denomina en una historia "el conflicto". Imaginadme: a mí, con una maleta con ruedinas y una mochila, las dos a punto de estallar, y con tres abrigos, buscando como un yonki un servicio para hacer mis chanchullos con la maleta. Finalmente lo encontré, me metí dentro, y, haciendo como que no existen cosas como la verguenza o el decoro, abrí la maleta en todo el suelo y me puse a jugar al tetris.

Eso sí, agradecí que el suelo de ese baño irlandés estuviera condenadamente limpio.

Siguiendo con el tema, hice de todo. Traspasé ropa de la mochila a la maleta, hasta que más full no podía estar, me puse encima 7 camisetas más (yo en formato sumo) y tiré algo de ropa interior que podía comprar de nuevo cuando volviera. Pa verme, vamos.

Volví a facturación. Me volvieron a pesar la maleta. 60 pavos porque se pasaba 3 kilos. Volví al servicio. Cuento esta parte rápido porque llevo la tocha de entrada de mierda en el blog y estáis tan hasta la polla como yo, seguro.

 De nuevo en el cuarto de baño, y esta vez decidí deshacerme de mucho, pero mucho, más peso. Cogí y tiré un cinturón y unas botas; y luego, conseguí abrir una de las botellas de cerveza pegándole golpes con la ayuda de un irlandés que pasaba por allí. Llevaba dos botellas más pequeñas como regalo (unas botellas superraras con pinta del año de la polka que encontré en un mercadillo, que tenía la sensación de que iban a estar asquerosas, pero claro como eran para regalo no las podía tirar). La segunda no lo conseguimos, pero vacié una botella de zumo que me había traído como regalo del puto enfado. Ah, y tiré más ropa interior.

El caso es que mientras realizaba toda esta operación un viajero se acercó a mi y me preguntó si era español. Yo le dije muy educadamente que sí, y me preguntó por no se qué mierda de control, a lo que yo le respondí muy educadamente que no tenía ni puta idea de lo que me estaba hablando. Pero se ve que le caí bien, porque mientras hacía el camino de vuelta a facturación el nota me seguía y me daba conversación.

Por suerte, conseguí esquivar al dichoso sinamigos en facturación de nuevo. Felicidad, pensaba yo. Entregué la maleta y recibí con una sonrisa idiota el comentario de la maldita gorda de los cojones:

Gran señorita de facturación - Okey. You only have to pay 20 euros.

Pagué. Evidentemente, pagué.

Mi enfado no remitió al decirme la tía que tenía que ir a pagar a quintocoñolandia no, más lejos, y descubrir que sinamigos me esperaba a traición para acompañarme de vuelta. Hice el camino rápido, pagué, y con una rápida maniobra me deshice de sinamigos diciéndole que nos veríamos en el vuelo. "Tu padre me va ver en el vuelo", pensaba yo.

En ese momento sucedió la cosa más imprevista del mundo. Una loca se acercó a mi corriendo y se detuvo enfrente mía. Transcribo la conversación:

Loca de los cojones - ¡Eeh! ¡Eeh! ¿Eres español?

Wilthefuture - Ehm, sí.

Loca de los cojones - ¡Aah! ¡Genial! Mira, te digo, tengo que facturar, pero tengo dos maletas, te dejo una maleta aquí, vengo enseguida a buscarla, ¿vale?

Willthefuture - ... ehm...

Loca de los cojones - ¡Guay! ¡Gracias!

Me quedé solo con la maleta. Allí, esperando. Con cara de retrasado mental, seguramente. Se me pasó de todo por la cabeza, de verdad, lo juro, puedo ser vomitivamente cruel y malvado cuando me lo propongo, y a esa loca le hice de todo mentalmente mientras la esperaba. Idiota, me diréis. Ya, joder, no es nada nuevo.

La loca finalmente volvió, y yo no le dije ni adiós mientras me largaba de allí, echando pestes de Ryanair a más no poder. Me metí finalmente en Departures, y luego esperé una hora o algo así a que abrieran las puertas de embarque. Me asaba como un cerdo en un horno con tanto abrigo, pero de verdad, me la resbalaba taaaanto que ni me los quité.

Cuando subí al avión, ya la cosa se relajó y se volvió mas aburrida, por fin. El vuelo se me hizo muy ameno, porque se sentaron a mi lado una pareja de irlandeses muy sociables y muy educados, con los que me entendí perfectamente en inglés (que coño os creéis), y que me recordó que haberme ido a Irlanda 3 semanas me había servido para algo. Hablamos de estudios, de viajes, de países, etc, etc, etc. El nota irlandés me comentó que habían perdido el partido de rugby, lo cual me hizo mucha gracia (toma flashback), y me dormí, y eso.

Y ya está. Llegué a España de nuevo. Sólo era eso. Espero que no hayáis leído la entrada entera. De verdad, he tardado casi tres días en escribirla, yo estoy harto de la puñetera entrada, entendería perfectamente que hubiérais pasado. Si habéis llegado hasta aquí, chapó. Y que os busquéis un hobby.

"Ensaladilla",  pensaba yo al bajar por la escalerilla del avión. "Ensaladilla..."

7.10.11

Algo acerca de irlandeses y alcohol

Creo que tendría que escribir algo de Irlanda. Irlanda, Ireland, Éire. Es este un país que vale la pena visitar, sobre todo si tienes dinero. En fin, no tengo intención de engañar a nadie: esta maravillosa tierra hace que me retuerza de dolor cada vez que tengo que pagar una cerveza.

Pero maemía (en serio he escrito yo eso?) como está la Guinness!!

Y bueno, no es solo por el alcohol. Me refiero a que tiene su encanto, llegar a un país distinto al tuyo y sumergirte lo que puedas en la vida, respirando la atmósfera que puedes llegar a encontrar. Por ejemplo, volvamos al tema del alcohol. A mí siempre me ha gustado la Guinness. Y sí, os voy a desmentir un mito, llorad si queréis:

Aquí la Guinness sabe igual.

No más fuerte, no más sabrosa, no más fría (frío estás tú, joder!). Es la misma puta Guinness de siempre. A ver, sigue estando buena, no me malinterpretéis. Pero tu llegas aquí esperando que cada sorbo sea LA EXPLOSIÓN DE SABOR. Y oye, sabe igual.

En un principio te sientes decepcionado. O yo, al menos, me sentí así.

Luego te sientes estafado. Porque te ha costado 4.30 pavos. Medio litro de cerveza.

Y sí. Duele.

Pero tras pasar mis pocas semanas aquí he ido desarrollando la teoría pensando en lo muy, muy orgullosos que están aquí de la cerveza. Más que nosotros de Cruzcampos y Alhambras, mucho más! Y cuando te das cuenta de eso, y empiezas a observar con curiosidad cada pequeña diferencia que existe tomando una simple cerveza en un pub irlandés... la música, la luz, la camaradería, el juego, las risotadas, y las bromas que te envuelven, luego te entran ganas de más. Y es entonces cuando empiezas a fijarte en los detalles en los que somos iguales. Y darte cuenta de cuanto nos parecemos es realmente lo asombroso, y lo mágico. Y observar todo ello mientras te bebes una pinta de Guinness, con tu montón de colegas europeos, jugando contra los irlandeses para arrebatarles el primer premio del torneo de Quiz del miércoles, es una de las cosas por las que merece la pena pagar 4.30.

Siempre que viajo pienso lo mismo. Lo jodidamente parecidos que somos todos. Borrachos, idiotas, patosos, y estúpidamente humanos.

De como nació este blog (si es que eso le interesa a alguien...)

Buenos afternoons a todos.

Mirad, si leéis esto, es que estáis realmente aburridos. No por nada, si no porque esta entrada no va a decir nada interesante. ¿Quien cojones entra en un blog que ya te avisa en el título que no vas a encontrar nada interesante aquí? Si estás leyendo esto, en serio, eres un masoca. Así que voy a escribir lo que me de la real gana, porque pa qué me voy a preocupar de gente como vosotros, tipejos y tipejas sin vida social.

Lo dicho: este es un blog con la única y exclusiva finalidad de plasmar cualquier pollada que me surja. Una de las razones por las que está gestándose esto es, efectivamente, que no tengo otra cosa que hacer ahora mismo. Ya véis, pérdida de tiempo total, diréis algunos. Subnormal profundo, diréis otros. Me la refanfinfla. Sois vosotros los que estáis decidiendo leer esto, no yo. Si por algún casual a alguien le pica la curiosidad y le da por mirar este intento de blog; en serio, se lo merece.

Los que hayáis aguantado leyendo hasta aquí os preguntaréis que podéis esperar encontrar en futuras (entradas). Pues mirad, no tengo ni idea. En serio, cuando se me ocurrió la inocente idea de escribir el blog, me imaginé a mi mismo hablando de cientos de temas interesantes, todos vosotros aplaudiendo, y toda esa mierda. En mi mente danzaba la idea de crear un blogs con más seguidores que Crepúsculo, Star Wars, y Justin Bieber juntos. Pero en serio, a quién quiero engañar: suerte tendré si digo algo con un mínimo de sentido en las próximas páginas entradas.

Así que mi plan actual, mucho más modesto, consistirá en lo siguiente: cuando tenga tiempo (y ganas) escribiré cosas. Me sentiré muy sorprendido si alguno me contesta, de verdad, pero honestamente, sólo os voy a responder si tengo ganas, qué os creéis. El tiempo lo gasto en otras cosas.

Y bueno. Yastá. Que comience el shou.