7.7.12

"The Amazing Spiderman", Marc Webb. 2012.


Spiderman vuelve a la gran pantalla con vistas a una nueva trilogía y a una muy posible aparición en futuras películas de la factoría Marvel (rodeado de otra multitud de multimillonarios playboys, dioses del trueno y bichos verdes) en una película que ante todo se muestra como la evolución de un género comercial de superhéroes que se está perfeccionando especialmente tras las últimas "The Dark Knight" (2008) y "The Avengers" (2012) a cargo de sus principales "revitalizadores": Christopher Nolan y Joss Whedon.

Este "The Amazing Spiderman" dirigido por un Marc Webb que es conocido sobre todo por la simpática "(500) days of summer" (2009) ha de ser comparada precisamente con estas dos cintas de superhéroes entre las que se encuentra a medio camino: busca darle al personaje un origen que aunque ligeramente distinto que en los cómics (solo en los detalles, manteniendo intacto el trauma y el cambio operado en el personaje), posea una carga dramática en la línea de los cómics de "The Amazing Spiderman" (2001-2008) del guionista Straczynski (con diferencia la mejor exploración de Peter Parker, de la que se observa una clara influencia en la película) y al mismo tiempo suponga el entretenimiento salvaje y masivo de "The Avengers". 

Sobresaliendo mucho más en lo primero que en lo segundo, supone eso sí, de lejos, el mejor inicio de un personaje de Marvel, además de devolver la dignidad a un personaje que la tenía por los suelos tras las (sobre todo tercera) entregas dirigidas por Sam Raimi e interpretadas por Tobey Maguire que habían dibujado un Spiderman más plano que el que hoy nos ocupa, al que parece darle más profundidad un Andrew Garfield que ya demostró sus dotes en "The Social Network" (2010) de David Fincher.

Existe, eso sí, una intención clara de incluir en la saga un elemento romántico juvenil que evidentemente intenta ganarse a un público más interesado en determinadas historias de amor y que donde mejor puede quedar es en una saga con un héroe adolescente. No obstante está incluido de forma que desconecta y lastra completamente una prometedora nueva saga del arácnido neoyorquino.

8.6.12

De caballos, burros, y cine.


(Esto es un corta y pega de un ensayo sobre cine que me tocó hacer a raíz de comparar War Horse de Steven Spielberg  y Au Hasard Balthasar de Robert Bresson, una del 2011 y la otra de 1966. Si os gusta maravilloso, y si no, recordad que soy joven, inocente e inexperto, no os quejéis, y poneos a leer cosas más merecedoras de vuestra atención.)

"Au Hasard Horse, o War Balthasar, o De ungulados va la cosa"
















(Magnífico plano donde el caballo muestra una capacidad expresiva digna de Oscar)

"Para empezar cogiendo el toro por los cuernos, reflexionar sobre el cine en torno a dos cintas protagonizadas por animales de granja suena en un primer momento como algo impulsivo y ridículo. No se podía comenzar mejor. Y es que dar vueltas en torno a una materia, revestido de un halo de respetuoso misticismo, puede no ser lo mas adecuado a nivel analítico. Se corre el riesgo a verse a uno mismo como un pequeño idiota, que en realidad no sabe de lo que habla. Y no es que eso diluya la capacidad de razonar. Pero si que mata lo que viene a ser el pensamiento independiente y creativo. Que por cierto, es indispensable para no convertirse en un disco duro con patas a secas. 

Condición que merece todos los respetos, por otra parte.

Dicho esto, una reflexión sobre el cine: lo que se necesitaría para realizar un ejercicio de tal naturaleza de forma, no ya decentemente, si no sincera, seria el interés. Un interés nacido de un romance con el cine.

Curioso, por cierto, que sea ese mismo amor al cine la característica que mas acerca ambas películas. parecen dos historias de amor: Spielberg da la impresion de que se quedó prendado en su juventud y busca revivir esa pasión, no dejarla caer en el olvido. Bresson, por su parte, no esta obsesionado en la reconstrucción: da un paso más allá, buscando nuevas formas de experimentar y vivir esa relación.

Es maravilloso lo distintas que son la una de la otra. Una es épica en estado puro. Guerra, sufrimiento, dolor, conflicto, esperanza. Naciones en guerra, la promesa de humanidad en un mundo destrozado. Historia que debe ser recordada, injusticias que nunca más se deberian cometer. Soldados, cañones, y caballos. Tanques. Y caballos que saltan tanques. 

Nada es demasiado, nada es imposible. Es el poder del cine.

Luego está la del burro. Ahí también hay una historia, pero no la hay realmente. Es cine, cine en estado puro. Planos, fundidos, y cortes. Planos secuencia que se transparentan y nos muestran todos los tipos de encuadre. Música que juega con nosotros, y sonidos que son conscientes de la existencia de ésta. Rostros ante los que nosotros, espectadores, decidimos como hemos de sentirnos.

Es un cine con sustancia. Plástico. Maleable. La prueba de que una misma película puede ser diferente en cada viaje.

Concretándolo un poco más con un prisma más objetivo, cada una se puede clasificar en una de las dos grandes tendencias, por llamarlas de algún modo, del cine. Tenemos, por un algo, la ficción, el espectáculo, la magia. Por otro, el del propio concepto del cine, estirado y llevado de un extremo a otro, no ya solo en la forma o en el contenido, si no en un ensamblaje de naturaleza más bien orgánica entre ambos conceptos. 

¿Es la dialéctica sin fin entre academicismo y experimentación? Puede ser. Por supuesto que este debate influye en todos y cada uno de los cineastas existentes, creando bandos más o menos conciliables. Spielberg y Bresson toman cada uno su particular elección del punto a seguir. 

Sin embargo es preciso señalar la importancia capital que tiene el componente azaroso en el acto de creación cinematográfica. Normalmente una importancia que pasa muy desapercibida a los ojos de la mayoría. No deja de ser tremendamente irónico y al mismo tiempo revelador la reverencia que se tiene de los cineastas que parecen controlar cada ínfimo detalle de su producción, cuando la autentica baza del cine es su tremenda capacidad, casi física, de mostrar una parcela de realidad, pudiendo ser esta ya más o menos ficticia, más o menos parcial.

Es un proceso, cuanto menos, curioso. Se le podría comparar con el proceso de creación literaria o teatral, en tanto que éstos son los más equiparables en la creación de una realidad que se podría comparar a la construcción de una realidad propio de las películas, por encima de la música o pintura u otras artes (olvidando lenguajes más modernos como el del cómic o del videojuego). 

Y es curioso, precisamente, porque mientras la literatura o el teatro crean parcelas de realidad a partir de un material puramente imaginario que ha surgido a partir de una depuración del mundo real a través de un sujeto sensible, se podía decir que el proceso de creación cinematográfica le da, carpetovetónicamente hablando, una nueva vuelta a la tortilla. El cineasta, que ante el mundo, ha desarrollado una personal e intransferible visión interior, tiene que ponerla en completa dialéctica, con su serie de consecuentes conflictos, con la misma realidad que le ha dado la inspiración para conseguir  dar forma a la obra cinematográfica.

Por supuesto, hay que ser perfectamente consciente de que puede aparecer alguien que diga que un escritor también ha de entrar en conflicto con el mundo real para dar forma a obra. Vale. Pero éste solo tiene que luchar contra su propia capacidad. El cineasta tiene ese mismo problema, más el de la financiación, el rostro que ha de encarar a qué personaje, los valiosísimos consejos de prácticamente todo el que le rodea, y por si todo eso fuera poco, aún tiene que tener tiempo para meterse en twitter.

Doy fe de una forma absolutamente total y completa basada en la propia experimentación de que esto, a pesar de que suena hasta bonito en el papel; por decirlo de una manera suavizada y fina:

No lo es.

Sin embargo, es esa captura de lo real, que aunque sea preparado, un teatro, sigue siendo físico, sigue siendo recortar un fragmento de lo real; es la verdadera sustancia que le da fuerza al cine. 






(Si a estas alturas no estáis tan groguis como el burro podéis seguir leyendo, en serio)

Podría parecer que la cinta del burro es la que más se deja llevar por esta captura de la realidad, pero, no es tan cierto si prestamos atención al calculado control que Bresson utiliza para encorsetar la realidad para que sirva a sus intereses. Cada encuadre, movimiento, o actor, esta cogido y medido para que la realidad se amolde a la visión del cineasta.


En la peli del caballo, se da un proceso diferente, que tiene que ver bastante con intentar capturar otra época, y es que la realidad de la película surge a partir de una construcción a partir de toneladas de material: figurantes, escenarios, guión, atrezzo, vestuario, sonido, son piezas de un puzzle, que prácticamente se va creando poco a poco, piezas pieza, hasta formar un todo que es la película, completamente provista e sentido y autenticidad propia.

Se podría decir que la mirada de Bresson disecciona mientras Spielberg construye. Pero es que bien deberíamos decir que los eficaces encuadres y movimientos del francés responder a una necesidad de construir una determinada narración. ¿Y no supone lo mismo para Steve? A saber lo que habrá supuesto la producción, construir el mundo de ficción donde se desarrolla la historia del hombre que amaba demasiado a su caballo.

Toda esta pobre divagación puede que sí que nos lleve a algo, no ya útil, pero sí por lo menos interesante. 

Y bueno, por qué no. Hasta útil y todo:

La poderosa conexión que posee el cine con el ser humano, gracias a su demostrada habilidad para capturar, mostrar, y narrar el entorno de este. 

Huelga decir que esto plantea otra interesante (y dejo sobre la mesa su posible utilidad) pregunta. Y es que, ¿seguirá existiendo esa conexión, esa capacidad para atrapar el mundo en una pantalla?¿Y si es así, cuánto queda para eso?

Porque, a ver, antes estaba claro que el cine era el cine. Quiero decir, ahora hay cosas como Avatar. No hablo del famosete 3D (sobre el que prefiero callar) si no de la paulatinamente más omnipotente animación digital. De como ha ido desarrollándose como accesorio y deudor del propio cine. Y de como, en su condición de tecnología, no va a dejar, ciertamente, de perfeccionarse con el tiempo. De lo que resultará, según tiene toda la pinta, una mayor apuesta, cada vez mayor, en ese campo.

Así que yo, en toda mi sumisa humildad me he osado a preguntarme a qué llevará todo esto. 

¿Matar el cine? Imposible. Para empezar, no se mata un medio de expresión. Especialmente un medio de expresión adecuado para las masas. En todo caso queda menos a la vista, más escondido del gran público. Además, es cada vez más sencillo. La misma tecnología que puede eclipsarlo mediáticamente se desarrolla en paralelo para facilitar su creación. 

Sn embargo, si que me intriga que ocurrirá con el potencial de la creación digital para desarrollar realidades falsas que pasen por auténticas. Y no me refiero a auténticas de ahora. Que se nota. Me refiero al momento en el que sea técnicamente posible realizar una representación, no ya realista, si no  lo que voy a definir como (dándome una ligera licencia lingüística) überrealista, en un momento en el que el cine estará, como viene siendo la tónica cada vez más acentuada, mucho más desintegrado y disuelto en lo que hoy conocemos e intentamos delimitar con el nombre de 'lo audiovisual'. Me intriga pensar en lo que supondría para el cine si su mayor baza, la reproducción de la realidad, pudiera acabar resultando ser reproducida a partir de una nada hecha de bits. 









(El mejor plano de la película. Momento War Horse)

En qué lugar dejaría eso al cine... 

Desde luego, atrás va quedando la imagen del cine como algo mucho mayor de lo que suele ser ahora, más que la excusa para salir de casa e ir a comer palomitas u otros quehaceres mucho más mundanos y biológicos, y la gran mayoría del cine actual pervive gracias a lo que parece ser ondear determinadas banderas en busca de un reconocimiento basado en referencias cinematográficas. Es un cine que parece que pocas veces es consciente de sí mismo. Como medio, y como fin.

Espero no estar verborreando en exceso; lo que quiero decir es que gran parte del cine actual da la impresión de estar degradando el lenguaje cinematográfico y el cine en sí mismo. 

Parece estar contagiándose de lo que, no sé si estaré patentándolo como concepto, el recurso fácil. 

El recurso fácil es, para mi desgracia, la teoría mas satisfactoria que por ahora he rumiado para la sensación que gran parte del cine actual llega a suscitar en mi inocente persona, que, por otra parte, lleva poco tiempo dedicándose a pensar el cine de una manera distinta a lo que acostumbraba. Y lo relaciono con, en resumidas cuentas, una mala comprensión de lo que supone el cine como fábrica de emoción y escalofríos.

El recurso fácil son las explosiones, los te quiero, los sustos por subir el volumen; son esas cosas llamadas 'comedias románticas', y los malos que dicen lo malos que son. Es la critica social estampada en la cara con la sutileza y precisión de un elefante con Parkinson. O la de un cine experimental que se convierte en publicidad de la prepotencia de algún director.

Supone un acercamiento al cine falto del respeto y el cariño que éste merece y necesita, no ya para disfrutarlo, si no para volver a ejercerlo, ya sea en un drama social o una de aventuras, una cinta de terror o la comedia más absurda; es el desprestigio del cine hasta convertirlo en una maraña de tópicos hilados en un bordado cutre con la excusa de satisfacer a un público que se le devalúa sin que parezca que ninguna de las partes se de cuenta de ello o siquiera le importe.

No es mi intención tampoco ponerme a despotricar como un energúmeno (esos momentos prefiero reservarmelos para después de haber visto alguna de las últimas del señor Burton), pero en mis a veces fructíferos coloquios acompañados de bebidas varias he ido notando que el cine más visible es absolutamente deudor de un público específico al que evidentemente va dirigido, más joven, actual, y que, en resumidas cuentas, no ve películas de una manera que se adecúe a las exigencias que requiere el propio lenguaje cinematográfico.

Internet, Google, Facebook, Twitter y Youtube han supuesto una revolución a nivel cognitivo que es importante señalar, motivando una mentalidad mucho más abierta y rápida, pero ha supuesto un atraso en cuanto a la paciencia incisiva que requieren otros lenguajes más pausados y con una cierta ritualización añadida. Es lo que parece que falta en la manera de hacer cine, de ver cine. Se confunde la verdadera baza del cine, se cree que, en definitiva, el gran poder del cine es olvidar la realidad por otra que estas viendo, pero no es ese, si no situarte a ti mismo en otra realidad pero con plena consciencia, para que veas, escuches y toques cada recoveco sabiendo dónde estás en todo momento.

(Me gusta esta foto para terminar. Tiene poesía. Y ovejas)

El cine, el verdadero cine, necesita de ese idioma específico para ser entendido, el de la sala oscura y la pantalla como única fuente de luz, para abandonar completamente este mundo y dejarse llevar por otro.

Es cabalgar a lomos de un bravo corcel. Y también es buscarle el lado bueno, cuando te toca el burro."

5.6.12

'The Wire'; escucha a los maestros.


Dedicado a todos aquellos que están aguantándome estos días mientras veo The Wire.



Voy a ser rápido. The Wire es una serie complicada, sobre todo en el inicio. Lo sé. Cuando termina el piloto crees tener la idea de que la serie va sobre polis. Polis y negratas.

Dicho todo esto, voy a centrarme.

A cada uno le puede gustar una serie u otra. Teniendo eso en cuenta, también hay que aceptar que hay niveles de calidad distintos que son independientes de los gustos personales, que tienen que ver tanto con la forma como el contenido del producto/obra audiovisual en cuestión.

The Wire es grande por muchas cosas, pero hoy voy a centrarme en una: su excepcional y brillantísimo guión, de una calidad que es (al menos, durante las 3 temporadas y media que llevo) incuestionable. 

Para que me entendáis, la escritura de guiones no se reduce a tener buenas ideas. Hay muchas más consideraciones que dan riqueza a un guión aparte de la historia en sí misma, y una de ellas es como presentas la información.

No es ninguna tontería. Las ficciones más facilonas tienen precisamente ese hándicap, y uno de los ejemplos más evidentes son los diálogos. Los personajes, para darnos la información necesaria y no perdernos, tienden a hablar de una forma tal que así:

(Enfatizo para una mejor comprensión)

Dos investigadores llegan a la escena de un crimen. El muerto va en bata rosa y la cabeza hundida en un cuenco con cereales. Hay cereales y leche por toda la mesa. Tiene una herida profunda en la nuca. Los investigadores son compañeros desde hace mucho, y se conocen el uno al otro como la palma de la mano.

Dick Hayman - .. sí que se le revolvió el desayuno.

Max Joney - Hayman, sé que te cuesta, pero cállate

Dick Hayman - (examinando la herida) Tiene mala pinta... ¿Cuchillo?

Max Joney - No. Recuerda las heridas cuando la chica en el descapotable. 

Dick Hayman - Cierto. ¿Un punzón?

Max Joney - No. Verano del 97.

Dick Hayman - El heladero de Bronston... como siempre, Max Joney tiene la razón.

Max Joney - (examinando la herida) - No pudo ser algo limpio, hay trozos de hueso sueltos...

Suena sonido de obra.

Dick sostiene un taladro. Sonríe con una mueca.

Dick Hayman - Estaba en un cajón.

¿Qué sabemos tras ver la escena?

Sabemos que uno se llama Hayman, y otro Joney. Ambos son profesionales. Ambos se conocen desde hace mucho. Han participado en diversos casos. Sabemos que uno incluso tuvo incidencia mediática. Y lo han hecho juntos. Además, sabemos que Hayman es poco serio trabajando, pero parece que Joney lo conoce lo suficiente para tenerlo controlado.

No será el mejor de los ejemplos. Pero tampoco es malo.

Ahora transcribiré una escena de The Wire del cuarto capítulo de la primera temporada para ver lo que se puede llegar a conseguir con los diálogos. 

Quitaré los spoilers.

McNulty y Bunk entran en la escena del crimen, una cocina al lado de una ventana. Se detienen, y miran las fotografías que se tomaron de la víctima.




Bunk - Oooh, fuck.

McNulty - Motherfucker.

Se ponen a trabajar. Bunk pone las fotografías por la escena del crimen.

Bunk - Fuck, fuck, motherfucker... fuck

McNulty mira los informes médicos de la víctima. Mira la altura de la víctima.

Bunk - (carraspea) Fuck... fuck, fuck, fuck.

McNulty mira los agujeros de bala de la víctima.

McNulty - The fuck?

McNulty se usa como modelo para las heridas de bala mientras Bunk anota lugares importantes con rotulador.




Bunk - Fuck.

McNulty saca la regla y se corta con ella.

McNulty - (se chupa el dedo) Fuck.

Bunk coloca más fotos de la escena del crimen y señala lugares en la ventana. McNulty mide la altura de la herida de bala de la víctima. 

Con una pistola simula la trayectoria de la bala para localizar la posición del asesino. De pie el arma está demasiado alta. Mira a Bunk y niega con la cabeza.

Bunk - Ooh fuck..

Prueba de rodillas. Tampoco.

McNulty - ... fucker.. oh, fuck...

Bunk observa la señal de rotulador que simula un agujero de bala en la ventana.




Bunk - Motherfuck!

Mira la fotografía y ve que ese día había trozos de cristal en la cocina.

Bunk - Oh fuck. Oh fuck.

Miran si la trayectoria coincide apuntando desde la señal en la ventana. Coincide. siguen la trayectoria con la mirada y ven el frigorífico.

McNulty - Fucked it fuck fuck fuck fuck...

Bunk - Fucker.

McNulty examina la pared de al lado buscando señales de impacto de bala.

McNulty - Nnn, fuck..

No encuentra nada. 

McNulty - Fuck, fuck, fuck...

Bunk - Ooh, fuck, fuck, fuck...

Miran las fotografías y ven que había fragmentos blancos en el suelo.




Bunk - Motherfucker!

Abren el frigorífico y ven un agujero tapado en la puerta.

McNulty - Fucking aid!

McNulty intenta rascar el agujero con los dedos. Bunk le alcanza unos alicates. McNulty hace fuerza.

McNulty - .... fuuuuck...

Saca un casquillo aplastado del agujero. McNulty sostiene el casquillo y mira a Bunk.




McNulty - Motherfucker.

Se lo alcanza a Bunk, que se lo acerca a los ojos y lo mira.

Bunk - Fuck me.

McNulty imagina la trayectoria de la bala atravesando el cristal y rebotando en el frigorífico. 

Coincide.

Tras ver la escena, ¿qué sabemos? Sabemos como ha sucedido el crimen. Eso es cierto. Sin una pizca de diálogo que nos brinde información. Evidentemente, para eso estaba la imagen. No tiene nada que ver con los diálogos.

Pero es que en el diálogo está la clave. El fuckdiálogo ha brindado mucha, muchísima más información relevante que el resto de información. Hemos sido testigos de como se conocen, de lo unidos que están Mcnulty y Bunk. Han descubierto, sin decir ni siquiera un triste monosílabo, un asesinato. 

Esa camaradería y confianza que nos trasmite el diálogo, y que nos lo transmite sin decírnoslo abiertamente a la cara, eso es un buen guión.

Un buen guión dice mucho con poco. Un guión brillante no lo dice todo a través de los diálogos. Y un guión excepcional te da las claves para que seas tu el que descubra el significado.





9.4.12

El fotograma perfecto

Hoy vengo de iluminado. Vengo a traeros un fotograma perfecto.



El honor lo recibe uno de los que componen 'I Vitelloni', una de las primeras películas del señor Fellini, que me dió por ver hace poco.

Pero primero, tengo que disculparme. No es un fotograma estricto lo que traigo, si no tres, seguidos, y no tres fotogramas, si no tres planos consecutivos, que, vaya por dios, no se entienden sin haber visto antes toda la maldita película.



Toda esta mierda, por suerte, tiene su explicación: aparte de que llama más la atención un título guay y elocuente, opino que si bien el cine es una cosa amorfa donde tienen cabida miles de influencias de distinta índole, el montaje y la imagen son elementos pura y genuinamente propios por sí mismos de lo que es el cine, y así, como unidad mínima de y entre ambos elementos, tenemos el plano.



Pero, y ahí viene la letra gorda, lo fundamental es que un plano necesita a otro como vosotros Una conexión a Internete. Es de esa unión, simbiosis, y como queráis llamarlo, nace un significado que es, ante todo, fotogramas.

Dejo la escena aquí, y no espoileo ni nada. A ver si uno averigua a qué me refiero. Y a quien le interese más que se vea la película, o que me pregunte o me invite a una cerveza.



22.3.12

Otra visión de la crisis



Prácticamente corto y pego una conversación en autobús:

Una amiga - Pero ya... la gente cuando se jubila? A los sesenta y tantos?...

Otra amiga - A los sesenta y siete. Mi madre lo está deseando con todas sus fuerzas pero vaya, aún le queda un trecho..

Una amiga - Buf.. a los sesenta y siete tío. 

Otra amiga - Te jubilas ya con nietos y todo.

Yo - Bueno. Al menos ahora se vive algo más que antes.

Una amiga - Y oye, no está tan mal. Nosotros así estaremos trabajando 20 o 30 años como mucho.

Yo - Ostia. Sólo 20 años trabajando. No lo había pensado.

Otra amiga - Vista así, la crisis tiene su punto y todo.

Pues eso.

15.3.12

'L. A. Noire' - Team Bondi. 2011.

Esto es algo que tenía pendiente. El cine, como toda arte que se precie de llegar a serlo, no se queda en su sitio.

Lo sé, lo sé. Antes sólo había críticas de cine y parecía que iba a seguir siendo así.

O no. La verdad es que sigo sin tener claro la evolución de este blog.

Pero bueno, tampoco hay que cerrarse puertas. Ni que cobrara.

Allá voy.


Pensando que videojuego sería acertado empezar analizando, coincidía en que tenía que ser uno relativamente reciente y que me hubiera entusiasmado, para no arriesgarme a no pifiarla en exceso con cosas como por ejemplo, usar 'pifiar' en un post. Con suerte además, coincidió que dicho juego cumplía además otro requisito que viene de perlas para que actúe como post-puente:

Es un juego que respira película y transpira fotogramas.


Desarrollado por Team Bondi bajo la batuta de Rockstar Games, podríamos definir L. A. Noire como una aventura gráfica enmarcada en un sandbox de acción, un concepto ya novedoso de por sí por lo extraño de su mecánica. No es de extrañar la polémica que existió en su lanzamiento, con cientos de clientes insatisfechos ante lo que ellos creían que tenían entre manos: un GTA en los Ángeles de la década de los 40.

Si bien es cierto que lo parece en un principio, eso no es más que la dermis más superficial del juego. Encarnados en el novato Cole Phelps, nuestro objetivo será simple y llanamente el de mantener la seguridad de la incipiente ciudad atrapando criminales y resolviendo crímenes. Rápidamente, el peso del juego recae sobre estas investigaciones más serias y complicadas que vertebran la trama principal, dejando como misiones secundarias a completar el acto patrullar la ciudad en busca de delincuentes y crímenes más 'espontáneos'.


La recreación histórica es impresionante e inmersiva: Los Ángeles está retratado palmo por palmo, y se nota la investigación realizada para hacer creíble tanto la ciudad como sus habitantes. La calidad gráfica y sonora del juego no es impresionante tanto por su excelencia técnica como por la minuciosidad y la atención al detalle que se pone en cualquier apartado. Aún tengo grabado el sonido de las pisadas de Phelps en la comisaría.

La mecánica de las investigaciones corresponden a los de una aventura gráfica donde primará la intensidad con que recorramos las escenas de los crímenes y encontremos pruebas, pero mezclados tanto con momentos de acción al más puro estilo GTA como con sorprendentes diálogos en los que de deberemos sacar a relucir la verdad gracias a las pistas y a las respuestas y reacciones de los personajes con los que nos encontremos. 

La tecnología empleada por Team Bondi para captar las reacciones de las decenas de actores que han puesto su talento al servicio del juego cobra todo su sentido en estos interrogatorios, pero a pesar de que pueda parecer sencillo distinguir que le pasa por la cabeza a cada personaje se agradece que se vuelva una tarea complicada en muchas ocasiones. Resulta, digamos, realista, equivocarte.


Con todo ello, lo verdaderamente remarcable y que enamora del juego en todo momento es el gran homenaje al cine negro del que hace gala. La historia del agente Cole Phelps parece al comienzo simple y los flashbacks que podemos encontrar en los periódicos no hacen más que complicar la trama en sus inicios. Sin embargo, a medida que avanzamos en los casos vamos siendo conscientes del pasado de Phelps y su relación tanto con el resto de personajes como con sí mismo.

Es una historia de género con todos los requisitos: gángsters, instituciones corrompidas por el poder y la burocracia, un pasado tortuoso, femme fatale, una trama criminal tan enrevesada como sorprendente, el retrato sin tapujos de una ciudad a mediados de siglo, secundarios carismáticos con peso en la trama, jazz, y un antihéroe de moral discutible que no puede caer más bajo.

La historia atrapa de fin a fin. Cada pizca de información que se nos suministra va cobrando sentido hasta llegar a un final sorprendente y demoledor, totalmente acorde al cine negro.

Es curioso ver como el buen cine ya no está solo en las salas.

20.2.12

'J. Edgar' - Clint Eastwood. 2011.



Voy a ser rápido y franco. Me gusta Clint. Asocio su nombre no ya a tener la obligación de verme la película de turno que lleva su nombre, si no a ir al cine. A pagar la entrada y sentarme tranquilo en la oscuridad, con una certeza casi empírica de que voy a salir contento.


'J. Edgar' es un biopic del personaje que dió a luz al FBI, el señor J. Edgar Hoover, uno de los hombresque más poder ha atesorado en la historia. Como es de esperar, la gracia de la película es introducirnos en la vida de Hoover para ser capaz de comprender a la figura tan enigmática que fue.


Ahora bien, encuentro que el guión ha jugado de forma equivocada con el principal acierto que creo que tiene y es (SPOILER)el tratamiento que se hace sobre la represión que hace Hoover de su condición sexual.


(SIGO CON EL SPOILER)Es lógico centrarse en dicha faceta; el ser humano es un ser sexual y etc etc, reprimirse es malo, y cientos de cosas más que uno sabe y ha visto. La gracia es, evidentemente, dotar de humanidad a ese ser que debía de parecer omnisciente que era Hoover; hacer que descendiera de los cielos y que tocara tierra, para mirarlo de tú a tú, con una perspectiva humana.


(MÁS SPOILER) El problema que le veo es que se le da demasiada importancia. La película cumple dando una visión realista y sin dar un juicio claro acerca del protagonista, que es lo ideal, pero parece centrarse demasiado en la sexualidad del Edgar, dejando otras muchas cuestiones importantes en la vida del director del FBI pasadas muy por encima, lo que parece ocasionar a veces una sensación de no saber realmente lo que está pasando con claridad.


A excepción, claro, de la ausente y torpe vida social, sentimental y sexual de este tipo.


(YA. SE ACABÓ EL SPOILER)


Dicho todo esto, destacaría la fotografía y la producción de la película. Tom Stern es un colaborador habitual de Clint, y lo cierto es que su trabajo es, ante todo, elegante, sobrio, y certero. La banda sonora, por otra parte, no destaca en mi opinión, pero no desentona, con lo cual ni gana, ni pierde puntos.


El montaje, eso sí, merece un aplauso desde mi punto de vista. La historia es difícil de seguir, dos líneas temporales, muchos casos distintos, saltos de muchos años en un instante; es posible sentirse perdido y me consta, pero creo que la síntesis que ha resultado de la construcción final es muy buena y prestando atención puedes seguir la película perfectamente a pesar de no conocer todos los entresijos de la historia.


No me mola Dicaprio excesivamente. Sé que la película es para que se luzca, pero no me convence. No lo hace mal, ojo, que os veo venir. Pero me gustó más como lo hace Josh Lucas. O simplemente ver pasear a Naomi Watts.


'J. Edgar' no es una mala película. No destaca, parece que solo emociona en un momento al final, y a veces hace gracia. Pero no es mala película.


Ah; vaya basura de maquillaje. Citando a un amigo (refiriéndose a Josh Lucas): 'Parecía Joaquín Reyes en Celebrities...'

12.2.12

'The Artist' - Michael Hazanavicius. 2011.


En mi primera aparición (oficial) en este blog, os traigo esta obra de arte, así de claro, si queréis podéis ahorraros seguir leyendo, cerrad esta ventana y abrid otra para buscar el cine mas cercano y comprar unas entradas, porque TENEIS que ir a verla, fantástica, todo lo que digo a partir de ahora son chorradas secundarias.

Si aun seguís leyendo y no estáis ya en el cine (tendré que escribir algo para los que os quedáis ante la pantalla) os explicare por que estáis cometiendo este error.

Ante todo os diré que el hecho de que la película este en blanco y negro y sea muda no os cause temor, debería incentivaros para verla, que alguien hoy en día se atreva a hacer una película con este estilo quiere decir mucho del film, y os aseguro que si la películas tuviera diálogos no seria lo mismo, transmite todo el espíritu de los grandes clásicos atemporales de aquella época, aquellos que sentaron las bases del cine que conocemos hoy (aunque la cosa hoy en día haya decaído un poco).

La historia nos cuenta la vida del gran artista de cine mudo George Valentin (Jean Dujardin) que tras conocer a una joven llamada Peppy Miller (Bérénice Bejo) que intenta hacerse su huequecito en el mundo del cine, y mientras ella sube, el baja, pero no entraré mas en el tema del argumento, que a pesar de no contar con diálogos, los cuales no necesita, nos narra esta historia de amor que desde hoy os aseguro que se convertirá en una de las grandes.

Todo esto dentro del ámbito de la gran época dorada del inicio del cine, con ese toque especial de aquel entonces, ya sabéis a que me refiero, sin tantas putas y alcohol como hoy en día, ese aire señorial y caballeresco que tenían los actores y actrices de aquel entonces, no hay mas que ver al galante George Valentin.

Dujardin no es muy conocido fuera del mundo francés del cine, pero desde ahora va a empezar a dar mucho que hablar tras su papel en esta obra, al igual que su colaboradora Bejo, ambos cargan con todo el peso de la actuación (compartido con el perro de George, gran protagonista para mí de esta obra) en ningún momento echas en falta que hablen para transmitir sus sentimientos, excepto anotaciones puntuales de frases, la película no cuenta con ningún dialogo, lo que le da aun mas peso a la actuación, un peso que pocos sabrían sobrellevar, pero que esta curiosa pareja lo hace a la perfección, dejando el listón bien alto, películas de hoy en dia a la que les sobran muchísimos diálogos deberían aprender de cómo hacer una escena de amor sin usar ni una sola palabra, eso es cine.

La fotografía de la película es sublime, cuenta con toda la magia de los grandes clásicos de aquella época, aunque algunos planos y secuencias denotan el toque moderno de la película.

La BSO es magnifica, acompaña cada escena de una manera perfecta, si no fuese asi, la pelicula cojearia muchisimo, ya que en un film mudo la banda sonora es extremadamente importante, y aqui se le ha dado la importancia que merece.

El director, del cual reconozco no sabia nada hasta esta película, para mi se ha ganado todos los oscars y mas, la dirección del film es asombrosa, hay muchas escenas en esta obra que se os quedaran grabadas en vuestras retinas, os lo aseguro.

Para concluir, porque veo que tenéis que ir al cine a verla, la peli empieza ya y vais tarde, os resumo, es mágica, es la historia de amor sin usar palabras mas grande jamás contada.

6.2.12

'The Artist' - Michel Hazanavicius. 2011.



Prácticamente cualquiera que esté mínimamente al tanto de lo que se cuece en el ámbito cinematográfico habrá oído hablar de la cinta de Hazanavicius y no es de extrañar; es una película que brilla con personalidad en cualquier sala gracias tanto a su propuesta como a la gran sensación mediática que ha supuesto su paso por todos lados.

El anzuelo que nos dispone dicho director no deja de resultar curioso: un hombre, exitoso actor hollywoodiense en los dorados años 20 en las películas mudas, tiene que hacer frente a la llegada del sonoro. Las talkies empezarán a ser la norma, y Clifton (un asombroso Jean Dujardin) tendrá que buscarse un lugar en ese nuevo mundo.

Todo esto siendo una película muda, claro está.

No creo que haga falta decir lo que eso significa.

Ni diálogo, ni efectos de sonido. Sólo música e intertítulos.

Y claro, la pregunta es si todo eso sirve de algo. Claro que podríamos decir que no, ya que el arte tiene una utilidad fácilmente puesta en tela de juicio comparado con otros cientos de miles de cosas, de una utilidad mucho más objetiva y evidente: como la investigación transgenética para hacer rentable el comercio de chocolate y que no desaparezca en las próximas décadas...

Evidentemente, a lo que quiero ir es a que quitando discusiones que engloban muchas ciencias y donde no me meteré para hacer el ridículo, 'The Artist' supone un ejercicio metacinematográfico sobresaliente. Y con el meta delante del cinematográfico me refiero a que es una historia que habla, homenajea, y se permite experimentar con el propio lenguaje cinematográfico, que precisamente empezó a ser lo que es actualmente en esa época.

Es una historia clásica de las de Hollywood de toda la vida: comedia, drama, espectáculo, música y amor, se dan la mano con la realidad de esos años y muestran la época dorada de los estudios en un momento en el que el cine está impregnado de un halo mágico que solo se da en aquellos días. Se ve claramente el sistema de estudios, el star system, los majestuosos estrenos en los nickelodeones... 

Realmente si hay que hablar objetivamente de la película, los apartados técnicos y artísticos son impecables. La fotografía respeta el cine clásico pero posee ángulos y tiros de cámara claramente modernos que se introducen sin que chirríe verlo; la interpretación, pese a estar homenajeando a la época y ser en cierto sentido fácil que fuera ridículo para el espectador actual, es maravillosa. Los actores consiguen expresar mucho siendo necesarios muy pocos intertítulos,  tal y como eran dichas películas. La banda sonora es, siendo de una calidad notable por la manera en que acompaña cada escena, lo que menos me ha gustado en algunas partes, donde me despegaba de la historia.

Ah, y el diseño artístico es bestial.

Aun así, creo que la maravilla de la película está en su montaje y ensu dirección. Hazavinicius parece entender perfectamente el lenguaje cinematográfico tanto de esta época como de aquella, haciéndola accesible al espectador moderno gracias a un montaje ciertamente muy inteligente con sabor a clásico, permitiéndose momentos donde poder experimentar con el ritmo y a donde le seguimos sin ningún problema (me he quedado prendado de la secuencia del rodaje de la película 'Tears of Love'...)

Y no queda mucho más que decir. Si os dais cuenta los que me leéis (porque yo también me leo; cosas que uno hace) cuando hablo de películas que me gustan son más serias.

Y nada más que decir. Me voy a hacer el mudo por ahí.

5.2.12

Año nuevo; blog por el mismo camino.

Voy a ser breve. Sí, hace tiempo que no actualizamos. No, no es por el fin del mundo. Y no, tampoco hemos tenido problemas con las fuerzas de defensa federal estadounidense. No tenemos dinero, así que no vamos a tener ningún problema de ese tipo por aquí..

Únicamente tenía algo pendiente por hacer, y tiene que ver con algo que algunos de vosotros puede que hayáis notado. Hay nuevas incorporaciones en el blog desde hace ya unas semanas, y aunque haya sido una grosería no presentarlos debidamente en su momento, también es verdad que ni recibimos tantas visitas ni cobramos lo suficiente como para que eso nos (me) preocupe lo más mínimo.

En orden cronológico, tengo y me enorgullezo de presentarles oficialmente a Kravenger y a font bullrich

Cada uno se ha desvirgado a su manera. Kravenger ha comenzado con una cinta de un asesino en serie que sigue sin dejar indiferente a los que la ven, mientras que font bullrich ha optado por un prometedor western actual que no he tenido el gusto de ver.

Ahora tocaría enumerar los logros y babear con los currículums de cada uno.

Pero nos tendremos que conformar con que a los dos les apasiona el cine.

En realidad, con eso basta. 


Os dejo los links de sendas críticas. Aunque podéis simplemente mirar debajo de este post, sé lo cansado que es eso:

http://willthefuturesimple.blogspot.com/2012/01/american-psycho-mary-harron-2000.html - 'American Psycho', por Kravenger.

http://willthefuturesimple.blogspot.com/2012/01/blackthorn-sin-destino-mateo-gil-2011.html - 'Blackthorn, sin destino', por font bullrich.


PD: Aprovecho para mojarme y prometer más posts. Ya, ya lo sé. Me arrepentiré.



20.1.12

'Blackthorn (Sin Destino)' - Mateo Gil. 2011.




Hoy me estreno, como no podía ser de otra manera, con uno de mis géneros favoritos: el Western; aprovechando la reciente creación de Mateo Gil, que, puedo adelantar, no me ha decepcionado lo más mínimo (¡menos mal que antes habia leído malas críticas!).

Recuerdo haber visto los carteles promocionales de Blackthorn hace unos meses por la calle sin mayor atención, pues no me terminaron de convencer (hablo del blanco en el que incluyen a Eduardo Noriega, porque el internacional, arriba incluido me parece superior). Sin embargo, al ver solo el comienzo de la lista del reparto, uno se empieza a interesar, aunque sea mínimamente, un poco más en esta película.

Es una produccion hispano-franco-boliviana y como muchos sabréis, rodada por el canario Mateo Gil en Bolivia. No creo que haya discusión acerca de que los protagonistas de esta película son los paisajes. La combinación de desiertos, montañas tropicales, paisajes "colorados" y salares es atrapante y siempre sorprendente.

En ellos, Sam Sephard se maneja como pez en el agua. Uno se cree al instante el personaje (James Blackthorn), que se conoce Bolivia como la palma de su mano, haciendo un trabajo ex-ce-len-te del típico viejo sabio del Salvaje Oeste. Pero no, no cae en el estándar, ya que Blackthorn es un viejo con sentimientos (se ha dicho que este es un "Western intimista") que no hacen más que acercarnos más a él. Por todo esto y más, su interpretación es sin duda la mejor de la película.

Debo confesar que me decepcionó la mezcla "inglés americano/español madrileño" funcionando mucho mejor (gusto personal) las lenguas del lugar (¿quechua? disculpad mi ignorancia) e incluso "los" castellanos sudamericanos. Quizá fuera por esto que desde el comienzo nuestro Eduardo Noriega me pareció metido con calzador en una trama que no va con él. Empieza haciendo un trabajo que hace hasta decaer la película y sus "¡joder!" "¡mierda!" parecen tomas falsas. Pero bueno, reconozco también que su actuación va evolucionando con la historia, y el espectador cada vez le coge más cariño, a la vez que lo hace Blackthorn (todo a su tiempo). Aprobado, pero que no se confíe.

Lógicamente hay que destacar a Stephen Rea que, apareciendo sobre todo durante una parte del film, se acerca incluso al nivel de Sephard, sin poder llegar a eclipsarlo por falta de tiempo. Es un gran actor que no esperaba en este tipo de película y probablemente la mayor sorpresa positiva de la misma. Premio a actor secundario merecido (no, que yo sepa no se ha llevado nada).

La película ha sido calificada de lenta, monótona y de "poca historia y mucho paisaje". Sí: la trama comienza siendo una historia de soledad, de un viejo "gringo" retirado en un paraíso natural más, con su parte sentimental. No será el mejor guión de 2011, vale, pero a quien la vea no le decepcionará. No tiene un ritmo vertiginoso de eventos, idas y venidas, explosiones y eso, vale, ni falta que le hace, pero eso sí: la historia gana (y mucho) en el punto de giro antes del desenlace.

En fin. Todo esto junto a:
- Una banda sonora de Lucio Godoy de notable alto que acompaña a los paisajes y a los sentimientos de los personajes;

- Una fotografía de Juan Antonio Ruiz Anchía que en opinión propia trabaja de maravilla con los entornos, pero ilumina a los personajes de forma demasiado teatral;

- Un lenguaje cinematográfico bastante actualizado (flashbacks, etc.) que se mezcla con elementos "antiguos" (zooms rápidos)

- y una buena ambientación de entornos urbanos y personajes

hacen de "Blackthorn (Sin destino)" una película que, con sus parones y algún que otro fallo gustará casi seguro a todo aficionado del Salvaje Oeste (¡yo!) e incluso drama sentimental (si la forzamos un poco/bastante, incluso "Road Movie" con aires a Diarios de Motocicleta, pero esto ya es delirio personal). Merece, como dice Will, una oportunidad.
He dicho.

15.1.12

'American Psycho' - Mary Harron. 2000.


Nunca olvidaré la primera vez que vi esta maravilla, me fuí quedando "traumatizado" (por llamarlo de alguna manera) escena tras escenas, la actuacion fria, homicida y superficial de Bale, maracaba cada escena, y su crueldad era el tempo que marcaba el ritmo de esta pelicula que nos enseña el lado mas oscuro de una vida vacia de todo, menos de odio.

En resumidas cuentas, lo que os digo es que el tio esta completamente ido, tarumba, loco, pillado, sonado, como querais llamarlo, es el tio mas psicopata que puedas alcanzar a imaginar, sadomasoquista, canibal, cruel (obviamente), machista, torturador aficionado, y obsesionado con la musica pop de los 80 (puaj este es su mayor crimen) todo esto de la mano de uno de los actores mas camaleonicos y polifaceticos que os podais imaginar, nuestro caballero oscuro, Christian Bale (Batman Begins, El maquinista) sabe plasmar a la perfeccion la locura del personaje, y la frialdad de su tapadera, me asusta pensar que es un papel hecho para el (...).

Al margen de la actuacion de Bale, no hay ningun otro personaje que tenga tanto peso como para mencionar su actuación, excepto las apariciones puntuales de Willem Dafoe (el paciente ingles, Spiderman) que deslumbra en cada una de sus actuaciones, tenga papeles pequeños o grandes.

En cuanto al argumento no hay mucho que decir, puesto que tanto en la pelicula, como en la novela (que por cierto, recomiendo leer encarecidamente) no hay una trama que abarque la obra, simplemente es una mera narración de lo que le va sucediento al pirado de Bateman, en su cada vez mas rapido descenso hacia la completa locura homicida, narrando algunos de sus asesinatos (que no todos) y su relacion fria y tetral, con la panda de capullos superficiales con los que anda (todos clones unos de otros), eso si, la sorpresa final está asegurada...

La direccion del film podriamos considerarla decente, el peso de la pelicula recae sobre todo en lo que transmite el personaje y la actuacion del mismo, la musica no tiene un peso magistral, es mas un mero acompañamiento que otra cosa, exceptuando los momentos del film en los que oimos grandes clasicos de los noventa acompañando las situaciones de Bateman (Phill Collins y el sado no son una buena combinación, todo sea dicho...).

La fotografia si nos trae grandes momentos, porque si os digo Andrzej Sekura seguramente os quedareis igual, pero si os digo que es el mismo mago que se encargó de la fotografia en "Reservoirs Dogs" o "Pulp Fiction" la cosa cambia ¿no? (Y si ni si quiera conoceis esas dos tiraos por un puente), su mano hace magia en esta película, acompañando a la actuacion de Bale, hacen la combinacion perfecta para crear escenas cargadas de tension y suspense.

Si despues de todo lo que os he dicho seguis sin decidiros a ver esta obra maestra solo me queda una cosa que decir, salen tetas.

11.1.12

'Drive' - Nicolas Winding Refn. 2011.



Sobre la última crítica que escribí me comentaron que no se había entendido muy bien. Así que voy a intentar ser lo más conciso, breve, y claro posible.

Id a ver esta maldita película.

A partir de aquí no necesitáis leerme, en serio. Os beneficiaría gastar el tiempo en otra cosa, como en ir a ver la película, por ejemplo. También, no sé, podéis descargárosla. Pero es una de las pocas películas que de verdad valen la burrada que te cobran en los cines.

Tengo la tentación de terminar aquí, pero a ver, tendré que hablar un poco de la cinta, que si no la entrada me queda muy cutre. Empiezo:

'Drive' sigue la historia del Driver (Ryan Gosling), especialista de conducción hollywoodiense por el día, conductor profesional para, digamos, 'operaciones ilegales' por la noche. Su vida dará un vuelco cuando conozca con más profundidad a sus nuevos vecinos, la solitaria Irene (Carey Mulligan) y su hijo, y posteriormente al marido y padre de éstos, el exconvicto Standard (Oscar Isaac).

No puedo decir otra cosa diferente a que la historia te cogía desde el principio y no te soltaba hasta el minuto final. Es una película excelente en todos los aspectos, y sobre la que tengo que ponerme tiquismiquis para sacarle algo malo.

Por ejemplo, puede ser lenta. Por qué? Porque tiene un guión muy parco en palabras. El protagonista casi no habla. Ni él, ni casi nadie.

Pero no se hace lenta, en absoluto. De hecho, es muy, muy intensa en los 100 minutos que dura.

El guión está maravillosamente construido, sí. Es un guión de primera, seguro. Pero no es sólo gracias al guión que la película no se estanca y no aburre. La dirección y el montaje sobresalen con mucho, no dando ni un respiro, casi cogiendo por el pescuezo a los que estábamos en la sala cuando a ellos les apetecía, y soltándonos sólo cuando les daba la gana.

O la banda sonora. Te atrapaba. La música es de un tal Cliff Martinez, y era como el resto de la película. Podía sonarte extraño, pero funcionaba. Acompañaba a la acción perfectamente, y reflejaba los sentimientos de los personajes como debía hacerlo. Y la fotografía, a excepción de quizá algún plano que chirriara, era maravillosa y acojonante.

Y por último, hay que hablar de los actores. Todos estan bien. Desde Ron Perlman, hasta Christina Hendricks, desde Albet Brooks a Oscar Isaac y Carey Mulligan. Todos. Pero si tengo que destacar, por una parte, sacaría a Bryan Cranston, no por nada, si no porque ese hombre es prodigioso, y verlo transformarse en personajes diferentes es una delicia.

Por otro lado, hay que aplaudirle al señor Gosling. Vale, tiene un guión cojonudo detrás, y una dirección, producción y montaje de lujo. Pero sostiene la mayoría de los momentos de la película él solo, en silencio. Casi inexpresivo. Lo comunica todo con la mirada, y empatiza desde el primer momento de la película con los que estamos sentados en la butaca.

Poco más. Una película de 10, y pude comprobar que no era el único que lo pensaba.

Dadle una oportunidad.

10.1.12

'Sherlock Holmes: Juego de Sombras' - Guy Ritchie. 2011.



Dios, tengo la sensación de que es mi primera crítica de un blockbuster. Vale, he hecho Tintín, pero eso no lo cuento porque a) es Spielberg y se espera un mínimo de calidad y b) no lo cuento porque no.

Veréis, un blockbuster no es un blockbuster por una razón científica y de peso, si no por lo que considera la gente. Y a la vez sí que hay una razón objetiva. A ver, me explico: simplemente, hay películas que los productores piensan que van a ser blockbusters (aunque me imagino que los productores pensarán en todas sus películas como blockbusters), y si cuaja entre los directivos y ejecutivos de los estudios, estos también acaban pensando que esa película es un blockbuster, y luego, los directores, actores, guionistas y todo el plantel de currantes creerán a pies juntillas que están haciendo un blockbuster, así que los de marketing y del departamente de ventas que escucharán tando a los productores, como a los ejecutivos y al equipo técnico y artístico, sabrá que eso lo tienen que vender como lo que es: un blockbuster, con lo que los que estén pendientes de la película como la prensa y la crítica especializada conocerá esa peli como un blockbuster y al final esa película será un blockbuster.

La cuestión es que únicamente se puede saber si una película es un blockbuster después de haberse estrenado. 'Tiburón' era un blockbuster. Objetivamente hablando, digo. 'En busca del arca perdida' también. Pero solo lo son porque se convirtieron en un éxito de taquilla de esos que ponen cachondas a las majors de Hollywood. Pero después de estrenarse. No fueron presentadas al público como blockbusters (también porque en esa época no estaba el término curtido, pero bueno, es un ejemplo, usad la imaginación).

Para que veáis que me tomo esto en serio y que pienso las cosas os pego lo que he encontrado en la wikipedia (en la RAE no existe tal término, no me preguntéis por qué):

'Blockbuster, as applied to film or theatre, denotes a very popular or successful production. The entertainment industry use was originally theatrical slang referring to a particularly successful play but is now used primarily by the film industry. The term blockbuster in film generally speaks to the size of both the narrative and the scale of production.'

Dicho todo esto, bueno, 'Tintín' también puede considerarse un blockbuster, porque iba con intención de blockbuster, pero la cosa es que a mí no me da la gana hacerlo. Para decirlo objetivamente tendría que ponerme a comparar resultados en taquilla, y, jeje, me entra la risa floja si pensáis que me voy a poner a hacer eso. Así que os remito a gente más especializada que yo si os interesa el tema y yo me escapo con la excusa de que todo esto es una opinión mía.

Seguimos.

'Sherlock Holmes 2', que es más corto, sigue las andanzas de este detective interpretado por Robert Downey Jr. iniciadas en 2009. Qué deciros del argumento, a ver: Sherlock está enfrascado en el caso más complicado de su carrera, en el que ha descubierto una mente oponente equiparable a la suya, el profesor Moriarty. Mientras, Watson se casa con su prometida, y Sherlock se siente cada vez más solo.

No voy a decir que la película es una mierda comercial, porque no lo es. A mí personalmente me gusta como ha llevado Ritchie el emblemático personaje de sir Arthur Conan Doyle, en clave de cine de aventuras, acción, intriga, y comedia, acercádolo al público actual palomitero. No creo que sea fácil ni mucho menos, y creo que su éxito se debe tanto a la producción, como a la interpretación, y la dirección.

Porque el guión es una mierda.

Quiero decir, la historia es un quiero y no puedo. La primera parte de Sherlock, la de 2009, era más redonda en todos los aspectos, que no perfecta, pero sí más redonda. Fotografía, dirección, producción, interpretación, banda sonora, y guión, no eran maravillosos, pero para una adaptación de un personaje de hace 200 años para hacerlo comercial actualmente, era un my buen trabajo. Los personajes de Holmes y Watson eran interpretados maravillosamente por Robert Downey Jr. y Jude Law (una de las mejores bazas de la película de 2011), y la mezcla tragicómica de la pareja entraba muy bien en la cabeza y se quedaba allí a gusto.

El problema de la segunda parte es, reitero, un quiero y no puedo. Ritchie parece querer potenciar los aciertos que tuvo en la primera, y en general no me extraña. Se trata de repetir la fórmula del éxito. Pero no le sale bien, y quedan momentos ridículos o tostonazos en los que la cámara lenta se convierte en ley, el humor barato hace aparición, y Holmes exacerba su faceta de tío raro a lo bestia.

Además, vuelvo a decirlo.

El guión es una mierda.

Y no porque no muestre a un Moriarty como de verdad tendría que ser. Porque debería acabar resultando un tío que diera miedo de verdad, y no lo da. Creo que porque no se le da suficiente tiempo para hacerlo en la película. Opinión mía.

Es que el guionista(s) es un cobarde.

En la película tiene al menos dos momentos importantes, en los que los puntos de giro del guión son realmente dramáticos e importantes. Del primero pasan olímpicamente, y tu dices, bueno, vale. Es una peli de acción. No interesa. Pero el segundo... el segundo es francamente importante. De los que no se puede huir fácilmente. Pero se hace. Y de forma fácil y chabacana, lo que jode más todavía.

Además, joder: uno de los personajes merece un Oscar por Personaje Que Sobra Del Año. Y lo diré. Noomi Rapace. Y no digo que la chica sea mala actriz, que no lo es. Sólo que el guión se debe estudiar en las escuelas para saber como meter a una estrella con calzador en una película.

Estéticamente, y para ir acabando: me gusto más la BSO de la uno. Me parecía más fresca y original. Ésta no llama la atención, solamente cuando recuerda a la primera. Y aunque me gusta mucho como imprimen el genio de Holmes en las peleas, aquí en general no; menos en una escena en particular que no pega que destripe.

Pero me jodió una pelea en particular. Muchísimo. Tanto que me tuvo que mentalizar para el resto de la película para pensar que diablos estaba haciendo Ritchie.

Y es que me molesta mucho sentir vergüenza ajena en el cine.