6.2.12

'The Artist' - Michel Hazanavicius. 2011.



Prácticamente cualquiera que esté mínimamente al tanto de lo que se cuece en el ámbito cinematográfico habrá oído hablar de la cinta de Hazanavicius y no es de extrañar; es una película que brilla con personalidad en cualquier sala gracias tanto a su propuesta como a la gran sensación mediática que ha supuesto su paso por todos lados.

El anzuelo que nos dispone dicho director no deja de resultar curioso: un hombre, exitoso actor hollywoodiense en los dorados años 20 en las películas mudas, tiene que hacer frente a la llegada del sonoro. Las talkies empezarán a ser la norma, y Clifton (un asombroso Jean Dujardin) tendrá que buscarse un lugar en ese nuevo mundo.

Todo esto siendo una película muda, claro está.

No creo que haga falta decir lo que eso significa.

Ni diálogo, ni efectos de sonido. Sólo música e intertítulos.

Y claro, la pregunta es si todo eso sirve de algo. Claro que podríamos decir que no, ya que el arte tiene una utilidad fácilmente puesta en tela de juicio comparado con otros cientos de miles de cosas, de una utilidad mucho más objetiva y evidente: como la investigación transgenética para hacer rentable el comercio de chocolate y que no desaparezca en las próximas décadas...

Evidentemente, a lo que quiero ir es a que quitando discusiones que engloban muchas ciencias y donde no me meteré para hacer el ridículo, 'The Artist' supone un ejercicio metacinematográfico sobresaliente. Y con el meta delante del cinematográfico me refiero a que es una historia que habla, homenajea, y se permite experimentar con el propio lenguaje cinematográfico, que precisamente empezó a ser lo que es actualmente en esa época.

Es una historia clásica de las de Hollywood de toda la vida: comedia, drama, espectáculo, música y amor, se dan la mano con la realidad de esos años y muestran la época dorada de los estudios en un momento en el que el cine está impregnado de un halo mágico que solo se da en aquellos días. Se ve claramente el sistema de estudios, el star system, los majestuosos estrenos en los nickelodeones... 

Realmente si hay que hablar objetivamente de la película, los apartados técnicos y artísticos son impecables. La fotografía respeta el cine clásico pero posee ángulos y tiros de cámara claramente modernos que se introducen sin que chirríe verlo; la interpretación, pese a estar homenajeando a la época y ser en cierto sentido fácil que fuera ridículo para el espectador actual, es maravillosa. Los actores consiguen expresar mucho siendo necesarios muy pocos intertítulos,  tal y como eran dichas películas. La banda sonora es, siendo de una calidad notable por la manera en que acompaña cada escena, lo que menos me ha gustado en algunas partes, donde me despegaba de la historia.

Ah, y el diseño artístico es bestial.

Aun así, creo que la maravilla de la película está en su montaje y ensu dirección. Hazavinicius parece entender perfectamente el lenguaje cinematográfico tanto de esta época como de aquella, haciéndola accesible al espectador moderno gracias a un montaje ciertamente muy inteligente con sabor a clásico, permitiéndose momentos donde poder experimentar con el ritmo y a donde le seguimos sin ningún problema (me he quedado prendado de la secuencia del rodaje de la película 'Tears of Love'...)

Y no queda mucho más que decir. Si os dais cuenta los que me leéis (porque yo también me leo; cosas que uno hace) cuando hablo de películas que me gustan son más serias.

Y nada más que decir. Me voy a hacer el mudo por ahí.

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