11.11.11

"Tsar" - Pavel Lungin. 2009.



Voy con un poco de retraso, lo sé; ésta la vi el miércoles por la noche. En circunstancias normales me importaría un carajo, pero ahora resulta que descubro que hay gente que yo no pensaba que me leía y hasta lo hace y todo. Además gente que más o menos es inteligente barra interesante, lo cual hace que por una parte se te encoja la patata de un sano y secreto orgullo, a pesar de la parte evidentemente negativa de eso: ahora tengo que mantener lo que dije y no escaquearme de escribir. Que a veces, como ahora mismico, es un coñazo, porque lo que quiero yo ahora es leer a Straczynski.

En fin. Ya lo dijo alguien increíblemente agudo e inteligente en algún momento de la historia de la humanidad:

La confianza da asco.

"Tsar" tenía buena pinta, y oye, no está mal terminar la noche con una supreproducción rusa. La cosa va de un señor que más o menos suena a la gente que le gusta la historia: el famoso zar de la vieja Rusia, Iván el Terrible (Tsar es Zar; que cosa más graciosa).

Al parecer este tío era un hijo de puta de los de cuidado, está como una chota, y crea una policía secreta rollo SS pero en versión rusa del siglo decimoquinto. Resultado? Un montón de gente torturada, asesinada, ahorcada, y esas cosas. Un baño de ketchup. Como es tan aficionado a descuartizar gente, se le va la mano y sin querer queriendo se pasa por la piedra también al Metropolitano (que es algo así como el Papa ruso), y llama a un viejo amigo de la infancia, que es un santurrón, para que ocupe su puesto.

Hay que decir que la película tiene momentos espectaculares y muy bien conseguidos. La presentación del zar, por ejemplo, está muy bien y da muchísimo mal rollo, y la recreación de Rusia es espectacular. El ambiente es eso: muy oscuro, amenazante, e impregnado de un toque de la locura de la corte zarista, y en ese sentido la cinta gana muchos puntos.

El duelo de voluntades, también está curioso. La película gira alrededor de dos polos opuestos, la locura y la cordura; zar vs. metropolitano, y eso ya da para una buena historia. La cosa es que resulta más larga de lo que debería, y puede llegar a aburrir un poco en algunos momentos que se desinfla la acción. Y en otros, supuestamente dramáticos, son más bien ridículos. Yo me reí, y muchos también, ne algunos momentos que no deberían ser así.

Y poco más. La fotografía y la producción son eso, francamente espectaculares, al nivel de producciones que cuidan muchísimo ese apartado. Yo mientras la veía me venían a la mente "Los Tudor" y "Juego de Tronos", que son el tipo de productos a los que me refiero de producción cuidada, y en los que se nota que se preocupan muchísimo por recrear el mundo de la historia de una manera realista.

Se la recomiendo a los que tengan cierta curiosidad y la figura del famoso zar les cause cierta fascinación. A mi es que me molan este tipo de culebrones históricos, me lo paso pipa.

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