7.11.11

"Abendland" - Nikolaus Geyrhalter. 2011.



Abendland es un documental. Lo digo porque yo no lo sabía, es lo que tiene elegir las películas a dedo. Pero bueno, la cosa era que yo esperaba enterarme rápido del argumento y hundirme en la historia y tal. Ahora bien, menos mal que me di cuenta pronto de que iba la cosa, porque yo le estaba buscando una trama a una película que no la tenía.

“Abendland” no es más que el retrato de la Europa nocturna. Algo que viene a ser por ejemplo, grabar a un basurero durante toda la noche, siguiéndole para ver lo que hace. Y ya está.

Este método tiene sus inconvenientes: corre el riesgo de ser mortalmente aburrido. Vale que a veces lo que ves es interesante, porque no se te ocurre pensar en ciertos aspectos de la gente, y verlos ciertamente sorprende. Pero la dificultad, es esa; lo que a ti puede parecerte una joya del existencialismo a otro puede parecerle un maldito coñazo.

Lo comenté ayer con otros que vieron la misma película, y es que habría estado bien que los trabajos, lugares, y situaciones que se muestran en la cinta hubieran estado relacionados de algún modo, con un elemento temático común entre dos de ellos cada vez, por ejemplo. No porque no sean interesantes de por sí, si no porque facilita la entrada del espectador mientras contempla esos retazos de vida oculta. Por ejemplo, se enlazaban una celebración del Oktoberfest con una unidad de emergencias gracias a un idiota bebido. Y todos nos dimos cuenta de la diferencia entre esas dos escenas y el resto, a todos nos encantó esa transición, parecía curiosa, y se hacía más llevadera, como si fuera evidente ir de un lugar al otro.

Recomendada para curiosos con paciencia. Tiene momentos que compensan aquellos otros en los que no pasa absolutamente nada. Pero bueno, si has visto “The Turin Horse” te va a parecer una montaña rusa de emociones.

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