6.11.11

"12" - Nikita Mikhalkov. 2007

 Éste pequeño paréntesis solo tiene la intención de informar de que me dispongo a hablar de todas y cada una de las películas que voy a ver en el festival. El motivo: ya que no voy a ir a clase, estaría bien que hiciera algo de provecho para variar aparte de sentarme en una butacona a ver pelis, que esta bien, sí, pero hay que hacer de todo. Y así lleno un poco el blog de cosas algo más interesantes, para variar.


He de reconocer que he tenido suerte con la primera película que me ha tocado ver en el Festival de Sevilla, este último viernes. Una suerte loca, vamos. Sobretodo teniendo en cuenta que me metí en esta película casi por casualidad; habría pasado de ella a lo bestia si un buen amigo no me la hubiera señalado en el impreso. Eso sí, sólo tuvo que decirme que era una adaptación libre de "12 hombres sin piedad", pero la de Lumet, la del 57, un peliculón que me embobó la primera vez que vi y que recomiendo a toda persona humana pensante que camine sobre la faz de la Tierra.

Aun así, mi actitud ante todas las películas del Festival es esperarme algo bastante cutre si hablamos del plano puramente narrativo de los filmes. Lo que quiere decir que me espero que sean bastante coñazo todas. Por lentas, argumentos forzados, o por experimentos fílmicos que le dé al director por hacer. Y no quiero decir que sean malas; sino que a pesar de su posible valor sea fácil verlas como un puto coñazo.

Por suerte, y hablando ya de la película, esto no es así; para quien no tenga ni idea de que va, es la historia de 12 hombres que componen un jurado, y que deben juzgar a un joven checheno por asesinato. Basándose ampliamente en la obra original del 57, quién la haya visto sabrá que el punto fuerte de la película es su guión. Ya la primera conseguía pegarte a la pantalla sin que los personajes salieran de la habitación donde estaban en toda la película, en la versión de Mikhalkov es bastante parecido, pero cambiando la sala del jurado por un gimnasio de un colegio, que da para muchísimo juego en la historia, con algunas escenas muy intensas y que no hubiera sido posible rodar si los personajes no estuvieran ahí.

Éstos últimos son fantásticos la mayoría; se nota el esfuerzo de dotarlos a todos de un pasado que explica sus actitudes y decisiones a lo largo de la historia, y muchos de los monólogos que protagonizan son especialmente conmovedores y casi merecen tratarlos de forma única cada uno de ellos. Eso sí, coincido en que esto tiene un riesgo: la película, en determinados momentos y a pesar de lo absorbente que es, llega a hacerse larga en ocasiones, debido a que las historias de cada personaje ocupan un tiempo que enlentece la historia, no como la original que tenía una duración maravillosa de hora y media creo recordar. Además, a pesar de que parece que el director ha querido dar a cada personaje un pasado, resulta sorprendente que algunos solo parezcan estar ahí por que sí, y no demuestren tanta profundidad como los otros. No porque todos y cada uno de los personajes deban de ser tratados de la misma manera, si no porque al ver la película, está claro que los 12 son importantes,  ya que cada uno de ellos representa un voto. Y como que falta algo cuando uno o dos de ellos no llegan a conocerse tanto, dando la impresión de que sobran,

Sin embargo, si la duración no te importa, nada lo hará. Los actores son magníficos, la música se implementa muy bien y refuerza la historia como tiene que hacerlo. Y tiene lo importante: una buena historia, que se disfruta y engancha, como tiene que hacerlo.

La recomiendo ampliamente; una muy buena película. Y más aún ver primero la de Sidney Lumet. No por nada, si no porque se disfruta más, creo yo. O no, yo que sé. Pero eso que lo decida cada uno.

Yo por mi parte voy a ver si puedo meterme en otra del señor Mikhalkov a lo largo del festi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario